16/12/15


Alrededor de estos días hace dos años fue que recibí el primer correo de lo que después sería la historia que me cambió la vida en cada aspecto. La oportunidad de retomar aquello que había sido lo que más repercusiones había tenido en mí, al grado de que lo había mantenido y resguardado en lo más profundo como si no hubieran pasado los años. Seguía vivo.

Y lo hice sin dudar.

No me arrepiento de haber contestado ese correo al mismo día o al día siguiente, si no mal recuerdo; tengo muchos otros sentimientos, pero no ese. Y tampoco de estar aquí, dos años después, porque no cosifico a las personas para evitar sentir. Siento, vivo este luto; la quiero con sus cosas malas y buenas, y no la cosificaré.

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