Lo infinito de la música y de los sentimientos: 2003-2015-...

Tchaikovsky - Concierto para violín en D mayor, opus 35 (1878)

Para una noche de maio

Un niño toca el arpa. Cojo, lleva la música de escenario a escenario a través de los años, muy dentro de sí. Arpa. Viola da gamba. Espanta los más grandes miedos. Construye esperanza, da vida sobre lo inanimado. Singular, escribe.

Llega a un poblado en los montes. Bruma que llena el ambiente al otro lado del océano. Paciente. Humedad. Estufas de leña y teteras de más de un siglo. Existencia ante el concierto de mayor trascendencia. Perdura, resiste, enfrenta.

Descansa y pregunta. Pregunta en el bar del pueblo y en sus sueños. Un nombre.

...

Un hombre escribe. Lleva la tinta de la historia y el presente, muy dentro de sí. Papel, lápiz. Reconstruye sus más grandes miedos y virtudes. Da y recibe vida.

Llega a una ciudad de puentes sobre el mar. Sol despejado que alimenta las plazas. Cárcel. SQ. Paciente. Mochila al hombro. Dormir en la carretera, pies en la tierra. Sillas de las cafeterías y parques. Café y pan. Viento. Vuelo de evocaciones y sonrisas. Frente a frente.

Vive y entrega, agotado. Descansa, ha llegado. Pregunta a lo infinito, desnudo. Deletrea. Y espera.

Reminiscencias de Pizarnik

REMINISCENCIAS

y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números giran insidiosos
ennegreciendo las confituras
y el tiempo estranguló mi estrella
caminaba trillada sobre pozo oscuro
los brillos lloraban a mis verdores
y yo miraba y yo miraba
y el tiempo estranguló mi estrella
recordar tres rugidos de
tiernas montañas y radios oscuras
dos copas amarillas
dos gargantas raspadas
dos besos comunicantes de la visión de
una existencia a otra existencia
dos promesas gimientes de
tremendas locuacidades ajenas
dos promesas de no ser de sí ser de no ser
dos sueños jugando la ronda del sino en
derredor de un cosmos de
champagne amarillo blanquecino
dos miradas cerciorando la avidez de una
estrella chiquita
y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números ríen en volteretas desabridas
muere uno
nace uno
y el tiempo estranguló mi estrella
sones de nenúfares ardientes
desconectan mis futuras sombras
un vaho desconcertante rellena
mi soleado rincón
la sombra del sol tritura la
la esfinge de mi estrella
las promesas se coagulan
frente al signo de estrellas estranguladas
y el tiempo estranguló mi estrella
pero su esencia existirá
en mi intemporal interior
brilla esencia de mi estrella!

Alejandra Pizarnik, La tierra más ajena

L...

Poema espejo

Las geniales fibras de lo infinito dicen que el poema en prosa más puro jamás escrito comenzó en los reflejos de un espejo de piso a techo. En un diálogo con él, un diálogo entre dos que se hicieron uno. En sus memorias dicen que se cumple un año de haber sido el cambio de paradigmas más importante de una historia de larguísimos siglos de espera.

Año 1... del poema espejo del presente.

Línea del tiempo y del espacio, atemporal. Tus manos. Manos que luchan contra el resto de líneas temporales y estáticas. Sólo una noche se requirió para marcar para siempre el resto de las noches, y así hasta el final de los tiempos.

Nuestros muertos

¿Cómo nos aferramos a las personas que no están aquí? Las sentimos presentes, sabemos cómo hicieron o hacen su vida, sus pensamientos e ideales. Nos tomamos de ellos para darle sentido a nuestra existencia y a los caminos que recorremos, como si fueran balances que impulsan nuestras acciones.

Contrario al olvido, contrario a la indiferencia, contrario a invisibilizarlas o meterlas en saco roto. Las sentimos burbujear en el interior, fortaleciendo los recuerdos y la memoria, una memoria que enfrenta y se levanta para arrinconar a la mediocridad, para mandarla al carajo.

Cargar a los infantes y darles un hogar; escuchar, en el silencio y la algarabía; dar y recibir indicaciones en el laberinto; nuestros miedos y humanidades. Instantes de recuerdo que son tan vivos que queman los pies e impulsan a seguir adelante. Un gran abrazo, tío; un gran beso, mujer. ¿Qué otra forma de memoria, mas que cumplir en vida?

Todos tenemos caídos, que deambulan por la mente, por el mundo, debajo de la tierra, acribillados o viudas. Posicionamiento ante ellos. No olvidar(los), o como dicen en el Sur: ni olvido ni perdón, paredón.

Catarsis en vida. Recordar un guiño, una mano, una lectura, una acción concreta, un estado de ánimo. Recordar los sentimientos que nos mueven en lo más profundo para alcanzar utopías, reconstruirlas, resignificarlas ante quienes quieren nublarlas, destruirlas; hacer locuras en nombre de...; cantar a grito pelado. Pasión de la humanidad.

Cielo en Tijuana

Hay dos tipos de cielo en Tijuana, ambos se sienten bajos, presentes y tangibles.

El primero es el despejado, que se ve como la capa de techo azulado que no tiene fin. Bajo, sí, se mira bajo, como si por encima de él reposara otro mundo de movimiento y color; como si fuera la disposición de una carpa de juego y feria, mientras las hogueras queman aquí dentro.

El segundo tipo de cielo es todavía más bajo, nebuloso y húmedo, como si estuviéramos en la montaña más alta y miráramos hacia abajo al resto del planeta. Este cielo se percibe en el cuerpo, es el recordatorio del tiempo, porque está íntimamente vinculado con los cambios de la luna y disposición de las estrellas.

En Tijuana, entre el cielo y la calle, entre el cielo y las barrancas, hay poco espacio, poca distancia; uno puede tener los pies en la tierra, sentirla, y al mismo tiempo levantar los brazos hasta el cielo, tocarlo. Toda la extensión del ser humano cabe en esa distancia; y toda la experiencia de la humanidad late en sus venas.

¿Por qué las personas buscan respuestas en las divinidades o en lo inexplicable? ¿Será por falta de esperanza ante esta compleja vida, por derrota; para ponerse en las manos de un juez superior que crea en ellos? Si es así, ¿dónde queda la voluntad, el trabajo colectivo y la capacidad de lucha?

Ciertamente no hablo de que todos tengamos que ser ateos o no creer en nada. Solamente es ver nuestra humanidad antes, para resolverla. Por eso el debate con la Teología de la liberación es tan enriquecedor. Y por eso surgió en los barrios más bravos de las poblaciones en América Latina: unir religión y lucha.

No descreer del ser humano.

Memoria de siglos

Sonrío por eso

20 de octubre de 2014. El inicio de un viaje. Sonrisa en el rostro y paralizado el corazón.
2 horas... 1 hora... 45min... 15min...
(avión, por favor no te caigas que tengo que verla; no te caigas esta vez, después lo que quieras).
El avión baja en su ciudad.

Recuerdo de la pregunta que me hizo la noche anterior, el 19: "¿después de esta semana seguirás queriendo estar conmigo?". Ternura y adoración. Lo sabes bien, no voy a ninguna parte; lo viste esa semana y la duda jamás regresó. Sonrisa que nadie romperá.

Me tiemblan las manos...
La vida me cambió.

Canto de Pizarnik

CANTO

el tiempo tiene miedo
el miedo tiene tiempo
el miedo
pasea por mi sangre
arranca mis mejores frutos
devasta mi lastimosa muralla
destrucción de destrucciones
sólo destrucción
y miedo
mucho miedo
miedo.

Alejandra Pizarnik, La última inocencia

L...

George Perec - Las cosas

Las cosas by erniaiztapalapa

Colonialismo y crisis de identidad

MaldonadoTorres, Nelson (2005) - Cesaire y Europa.pdf by erniaiztapalapa

98 años de Octubre

Estamos a dos años de que se cumplan cien de la revolución más impactante de la historia mundial. 10 de octubre (o 25 de octubre de acuerdo al calendario que Rusia tenía). Víctor Serge, en su libro Año 1 de la Revolución rusa, cuenta desde las calles lo sucedido en aquel monumento de acción colectiva contra la explotación del zarismo y del capitalismo. Por otra parte Trotsky, tanto en su precisa Historia de la Revolución rusa como en su apasionante autobiografía Mi vida, cuenta cada uno de momentos trascendentales para derrocar el régimen y vencer a los reformistas socialdemócratas (nota: hay quienes todavía se preguntan si el marxismo ha tenido historiadores, y no han leído Historia... de Trotsky). Por último, en la biografía de Trotsky que escribío Isaac Deutscher también se leen momentos de esta revolución cataclísmica complementados por el análisis del autor. Son sólo cuatro ejemplos dentro de muchos que han escrito de la Revolución de los soviets, pero estos son imperdibles.

Recuerdo haber escuchado por primera vez acerca de los libros de Serge, Trotsky y Deutscher en una plática durante una toma colectiva de una imprenta, a la cual el patrón había dejado clausurada y despedido a los trabajadores antes de salir del país para refugiarse en Europa (esperaba que nadie se organizara para recuperar la imprenta y que con los años las deudas caducaran, cosa que no sucedió).

A partir de entonces comenzó mi búsqueda para leer esos libros imprescindibles. Comencé con la Historia de la Revolución rusa, que leí en la biblioteca del congreso en vaaarias sesiones. Y los últimos que leí fueron los tres tomos de Deutscher, muchos años después ya que fueron cayendo en mis manos por azares del destino. Recuerdo que los leía de manera apasionada hasta las madrugadas, sumergido en la silla sin querer que amaneciera para ir a trabajar.

Hoy, el libro de Serge es fácil de conseguir, ya que tiene una edición reciente de Siglo XXI. El libro de Deutscher en su edición de Era de tres volúmenes (El profeta armado, El profeta desarmado y El profeta exiliado) es muy difícil de conseguir, es un verdadero reto para los adictos a las librerías de viejo, por muchos años sólo se ha podido leer en las bibliotecas, así como los otros dos de Trotsky, Mi vida e Historia de la Revolución rusa, sin embargo, aunque estos dos últimos estuvieron ausentes de las librerías, debido al esfuerzo de compañeros de Argentina (CEIP) y España (Fundación Engels) existen ya ediciones actuales.

Octubre

Los hombros de América Latina

¿Qué es lo que tiene Tijuana?

Sudor y hombros. Frontera acorralada entre el océano y el precipicio. Precipicio al que van cada día a quemarse las manos cientos de miles de trabajadores. Los hombros de América Latina.

Barrancas y cielo, poblados, observados, cercados, amenazados. Estigma que convierte a los agredidos en agresores. Voces silenciadas por la violencia.

Frontera que de día pertenece a los niños, a la risa y a los juegos, pero que es tomada en las noches, apropiada, por los otros. Otro idioma.

Cambio y permanencia. Colisión de dos universos que se colonizan, que se retoman, brusca y sutilmente. Mexicanos.

Maquilas, tribunales, placas de California, caninos, fortaleza de manos, casas de cambio del narco, médicos y colectiveros.

Marea que derrumba bardas.

Cruzar a pie. Ilusiones y desilusiones.
Cientos de miles. Caminar a pie esta frontera.

Levantarse

Noche sabia, ¿dónde estás? Memoria, gota a gota. Derrota. Fracaso.
De una frontera a otra, en el tiempo y las millas. Entrega.
Deficiente.

Ramo de fruta y polvo. Puño.
Levantarse.