La Constitución socialista boliviana en contra-peso mexicano

Como una mañana de sábado que sabía terminaría al atardecer en una manifestación en apoyo a obreros de la industria gráfica y editorial argentina, fue que me aproximé a la máquina computadora a leer los diarios latinoamericanos. Tres situaciones atravesaron ese momento: el viento irremplazable de Buenos Aires, el sonido de los colectivos y de la obra de enfrente, y la sencilla frescura de una botella de agua congelada.

Pensé en ir primero al Página 12 argentino con el objetivo de hallar algún evento cultural intermedio, para el medio día, al tiempo que encontraría argumentos con que describir cómo la Presidenta Cristina Kirchner aún mantiene cierta alianza con los oligopolios británicos y franceses. Sin embargo, dadas las notas que encontré después, dicho evento cultural quedó para mejor fecha; en su lugar, me dediqué a escribir este artículo.

Entonces, pasé de largo la lista de diarios argentinos para recalar en primera instancia en el Indymedia de Bolivia, interesantísimo medio que ofrece los acontecimientos sin censura de la nación indígena y mestiza. En él encontré datos acerca de la nueva Constitución Boliviana (por cierto, socialista y multiétnica), los cuales me gustaría resumir algunos puntos.

Posteriormente, llegué a los diarios mexicanos, en donde fue pasmosa la información: el dólar americano está a $14.48 pesos mexicanos (cuando hace menos de 10 meses estaba a $10.30). Vaya, ¡y eso tan sólo en dos años de gobierno calderonista y en medio de una crisis mundial! Joder, cada vez peor; no había estado así el peso en 10 años; y disculpen el tono de burla pero es con estos cambios como se da a notar quiénes son en realidad los “peligros para México”: el capital trasnacional que coopta la burguesía local nacional como su títere; a lo cual en esta coyuntura Calderón dio continuidad.

Así, quisiera delinearles algunas pocas ideas sobre estos dos temas. En primer lugar tomaré el ejemplo de Bolivia que, cargando el peso en la espalda de la historia de su país, se atrevió a modificar su Constitución; pero eso sí, bajo un proceso igualitario, no bajo el neoliberalismo que modificó la Constitución mexicana en los 90. Y por tanto, concluiré con unas cuantas ideas sobre la actualidad mexicana.

Enseguida les enumero algunas de las características fundamentales que la nueva Constitución boliviana incluye:

1) la votación a favor de una nueva Constitución socialista, indígena y multiétnica ganó con un 60% a pesar de la extensa propaganda racista expresada por los medios tradicionales de comunicación masivos privados, y a pesar de las supuestas ‘ilegalidades’ propuestas por los anteriores mandatarios que respondían a intereses capitalistas externos (EU y España);

2) se aprobó con un 77% la reforma agraria que permitirá que cada comunidad étnica sea propietaria de la tierra, lo que les permite proveerse en el consumo interno para después competir en el externo; misma que repartió 5 mil hectáreas de la mejor tierra boliviana (que se encontraba monopolizada por capital extranjero) a dichas comunidades;

3) es el primer proyecto de Constitución propugnado y votado en el territorio boliviano (las anteriores fueron cartas magnas escritas y aprobadas en los países imperialistas: primero España, luego Inglaterra, luego EU –con el intermediario criollo pos-muerte de Bolívar), proceso legislativo que pertenece justamente a un proceso liderado por un presidente indígena;

4) se plantea un Estado plurinacional, el cual no se rige por “derechos universales” que homogeneizan a su población y que formulan un “ideal” de “libertad” de “un” ciudadano, restringiendo al resto a la subalternalidad o marginalidad; sino al contrario, se rige por “derechos multiétnicos y culturales” los cuales dan derecho a cada grupo cultural a expresarse políticamente de la forma más conveniente a los intereses que rigen su propia comunidad. De esta manera, no se imponen reglas ni legislaciones desde las clases dominantes burguesas, sino que se da verdadera libertad a cada comunidad étnica distinta a expresarse cultural, política y económicamente de acuerdo a sus necesidades y principios.

5) se plantea la sustitución del Estado liberal burgués (como es el que funciona en el resto de países occidentales) por un Tribunal Constitucional, lo que permite diferenciar dos procesos legales modernos: uno, el Estado presidencial, y dos, el Estado parlamentario. Diferenciados de estos dos posicionamientos políticos, el Tribunal Constitucional parte de la voz del ‘otro’, es decir, se constituye un Tribunal capaz de reunir las voces de la multietnicidad nacional boliviana para, con ello, conformar un proceso constitucional que apele a la legitimidad de cada una de las etnias comprendidas en el Tribunal. De esta manera, se imposibilita a que el burgués criollo tenga mayor peso político que el mestizo boliviano o que el indígena guaraní; permitiendo, así, la democracia participativa y no tan sólo representativa.

Hasta aquí con Bolivia, por otro lado, quisiera incorporar el tema mexicano a esta discusión. En diarios del día de hoy, 31 enero 2009, en Reforma no se menciona ni una nota acerca de la caída del peso mexicano, por el contrario, se reseña detalladamente cómo el presidente Calderón presume su fuerte economía en Davos, Suiza (reunión que se celebra en el continente europeo con los grandes capitalistas mundiales y que es obligadamente contraria al Foro Social Mundial que en estos momentos se realiza en Brasil, con los líderes sociales mundiales). Por otra parte, El Universal reseña la misma nota que Reforma. En realidad es la misma nota escrita para diferentes periódicos que proviene de la central informativa EFE. Por tanto, ninguno de los dos habla acerca de cómo la economía mexicana decrece. Y por un tercer lado, si nos vamos a La Jornada, encontraremos que se reseña una “histórica devaluación del peso”, en donde se prevé que el peso mexicano seguirá cayendo durante 2009 hasta los $15 por dólar, y que la economía mexicana no entrará en recesión pero tan sólo ganará un 0.6% en el PIB. Información tampoco totalmente correcta ya que en el periódico independiente latinoamericano Rebelión se manejan números que México caerá en recesión económica y tendrá más de 200 mil desempleados nuevos.

Entonces, ¿qué periódico responde a qué intereses? ¿existe una verdad periodística? ¿ qué país vemos cada uno de nosotros? Por un lado, en Reforma y en El Universal proliferan las notes deportivas, de espectáculos y de salud dietética, las cuales acaparan la atención del lector hacia temas plenamente individualistas y centrados en la capacidad consumista de cada uno. Por otro lado, en La Jornada y Rebelión se dan casos de crisis en la economía mundial y en el país, sin embargo, las cuales no hablan de cómo los partidos políticos de izquierda buscan soluciones hacia los obreros y campesinos desempleados. ¿En donde queda la sociedad, el colectivismo? Son preguntas necesarias en estos momentos.

De esta manera, se puede argumentar que todo medio de comunicación es realmente de ‘incomunicación relativizada e incompleta’. Por tanto, es cuestión del ciudadano informarse holísticamente sobre el acontecer de su país. Yo no tendré esa responsabilidad sobre mis hombros, por lo que este mail es tan sólo un dardo para despertar su conciencia.

Como conclusión es necesario englobar la situación boliviana al interior y exterior del continente americano. Es cierto, se encuentra a mucha mayor distancia con respecto a EU que México, por lo tanto, no resiente la carga económica de la misma manera, sin embargo, Bolivia tiene una de la mayor y más racista burguesía en toda Latinoamérica. Siguiendo a Colombia (histórico amigo de EU), Bolivia cuenta con una clase burguesa criolla (que se cree europea antes que boliviana, y por tanto con derecho a dominar al resto de la población) que ha masacrado en numerosas ocasiones a pueblos indígenas y mestizos en el centro del país: Santa Cruz y sus alrededores.

México, por otra parte, cuenta con la misma burguesía criolla que apela a los intereses capitalistas extranjeros para solucionar las problemáticas étnicas, culturales, políticas y económicas del país; dicha burguesía se ha terminado por identificar con el partido PAN y con el gran oligopolio empresarial de las telecomunicaciones (Televisa, Telmex, etc.), entretenimiento (teatros, fútbol, toros, bellas artes) y abogacía (hacienda, impuestos, privatización del agua, carreteras, etc.) mexicanos.

Sin embargo, México también ha estructurado (con luchas intra-clases) una oligarquía supuestamente nacionalista que defiende al país de los intereses extranjeros, que es el espacio ocupado por el viejo PRI supernacionalista. Este espacio nacionalista-democrático, durante las últimas dos décadas ha sido peleado por el PRI y el PRD (supuesto partido de izquierda pero que realmente es un partido nacional-burgués reformista), entre cuales luchas se encuentran los sindicatos nacionales, las corporaciones obreras y los trabajadores asalariados.

De esta manera, si es que México busca ser un país mayormente democrático e igualitario, será necesario refundar su Constitución en principios socialistas y multiétnicos. Para lograrlo, deberá combatir a estos dos poderes antes descritos: a la burguesía criolla extranjerizante (PAN) que busca privatizar al país; y a los oligopolios nacionalistas-reformistas que acaparan la riqueza restante entre ellos (PRD y PRI).

PD. El resto lo dicen los caricaturistas: en primer lugar, a quienes pierden su conciencia debido al consumismo de un entretenimiento mediático (que bien puede ser el fútbol como lo son las telenovelas, el cine, la compra-venta de mercancías, los videojuegos, las industrias culturales y económicas, el alcohol, etc.); en segundo lugar, hacia quienes trabajan en una empresa o gobierno sin saber realmente para quiénes trabajan (sin saber qué interés económico está por encima de dicha empresa, marca o despacho); y en tercer lugar, hacia la iglesia (a la cual no me dio tiempo incorporar en este esquema explotador pero que también juega un papel fundamental).

12-02-09