11/11/15

06:59hs.


Lo más bonito de la vida se sustenta en no claudicar a lo que somos. 06:59hs. Al despertar, las mañanas se hacen infinitas, en silencio. Tijuana se despierta muy temprano, desde las barrancas escucho los movimientos de los patios y los cielos, que abren los ojos ante un nuevo día. Mañanas con bebida caliente y dulce murmullo de mis pasos, que caminan en la habitación, van al baño, se lavan la cara, bajan a la cocina, llenan la taza y esperar unos minutos.

Lectura en voz alta de las tareas por hacer. Trabajo. 06:59hs. Mañanas de esperanza de que llamarás, destino bahiano vinculado a lo infinito. De que algún puente maravilloso nos estrechará los pasos, cotidianos, intrincados, de las mañanas. Norte, más al norte hasta que se convierta en sur de una geografía bajo otro idioma.

06:59hs. Mañanas de mis pasos que recorren las neuronas, las ponen a trabajar para recordar, no olvidar. Ejercicio tras ejercicio, subir y bajar las neuronas, estrechamente vinculadas a la única historia. Ser firme y completo. Fiel. No claudicar.

Aprender a ser traductor. Aprender a ser documentalista. Aprender las mecánicas de la frontera, día a día, como plan de ensoñación. 06:59hs. ¿Dónde estarás? Me pongo un suéter, lo abotono, lo ajusto a mi cuerpo, lo jalo hacia la cintura, lo centro en mi pecho, me veo en el espejo como si me miraras. Me lleno de aire, sonrío. Vamos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario