14/8/10

Murales para La Paz

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Por Vincius Mansur, corresponsal de Brasil de Fato. en Bolivia . Fotos: Mauricio Acevedo
Fuente: Prensa de Frente

Los murales ya eran pintados por griegos y romanos hace siglos, pero fué su apropiación por pintores mexicanos en la primera mitad del siglo XX que dió inicio al Muralismo, siendo Diego Riviera su principal representante.

De forma realista y de proporciones monumentales, El Muralismo fué influenciado por el expresionismo alemán y por las vanguardias rusas. La originalidad de su repertorio se dio por la conexión directa de los muralistas con el contexto social y político de la época y por la representación de las culturas Maya y Azteca, además de elementos folclóricos del México Colonial. El Muralismos fue impulsado por la Revolución Mexicana de 1910 como proyecto educativo y cultural, narrando la historia del país, exaltando su fervor revolucionario y rompiendo con la pintura académica, restricta a galerías, museos y colecciones particulares.

Las similitudes políticas y culturales, especialmente por la presencia indígena, han traído el Muralismo para Bolívia ya en la Revolución Nacional de 1952, cuando se destacaran pintores como Miguel Alandia, Walter Sólon e Lorgio Vaca. No es coincidencia que el Muralismo siga siendo pintado en las calles de La Paz, haciendo el arte accesible al pueblo, en medio del “Proceso de Cambio” encabezado por Evo Morales. De las decenas de murales, el fotógrafo mexicano Mauricio Acevedo ha elegido siete de ellos.



“La marcha de los 200 años”, del artista Gastón Ugalde, es el mayor mural de La Paz, con más de 300 metros de largo y, aproximadamente, cuatro metros de altura. Estrenado este año, por la conmemoración de los 200 años de independencia de La Paz, y pintado con raro realismo en las paredes del Teatro al Aire Libre, en la Avenida del Poeta, este mural trae 200 personajes paceños, como líderes políticos, religiosos, intelectuales, artistas, figuras del folkclore local y representaciones de la cultura andina.



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En detalle, la contraposición de las formas andinas de representación con la arte sacra occidental, retratando la dominación española.




También en conmemoración al Bicentenario de la Independencia de La Paz, este mural fue pintado por siete jóvenes del grupo Apacheta, ganadores de la competencia abierta por la alcaldía, cuya temática era “Movimiento Obrero”. Ubicado en el túnel que conecta las avenidas 6 de Agosto y Arce con la Plaza del Estudiante, al frente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), el mural retrata en las dos paredes laterales del túnel, entre otras cosas, la lucha indígena por acceso a la universidad. En la segunda foto, el mural se convierte en un bello cuadro para la marcha de maestros de escuelas publicas por incremento salarial.







En el centro de La Paz, en la Avenida 16 de Julio, cortada por una grande y transitada acera central, el Prado, está una prueba del muralismo boliviano exclusivamente indígena, pintado por el artista Sergio Campos.




También en el Prado, otro mural del grupo Apacheta rescata la hitoria de luchas boliviana en contra la colonización española, en defensa de la hoja de coca y de la nacionalización de sus recursos naturales.




En detalle, los artistas destacan la “Tesis del Pulacayo”, documento de orientación trostkista, elaborado por el Partido Obrero Revolucionario (POR) de Bolivia, en 1946, cuya la cabeza era Guillermo Lora. La estrategia defendida en el documento abrió paso para la Revolución Nacional del 52, aunque la vanguardia del proceso haya sido el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).




En la avenida Montes, que une La Paz y la ciudad de El Alto, el mural hecho por Castellón escapa de la representación de momentos de lucha del pueblo boliviano y destaca a Jesús Cristo. Al lado izquierdo de Cristo, está representado el desarrollo de la urbe paceña. Del lado derecho, símbolos del folclore nacional.




Este mural, sin firma, ubicado en la esquina de las calles Tarija y Linares, demuestra la capacidad de los muralistas en tratar temas actuales. Pintado pocas semanas después del temblor que ha debilitado a Chile, en febrero de este año, el mural remite a la pelea histórica entre Chile y Bolívia, en la cual la devolución del acceso al mar es la principal reivindicación boliviana;






Ubicada al lado de la Casa de Cultura de La Paz, en la zona popular Peréz Velasco, este mural también anónimo, demuestra otra virtud del muralismo: la capacidad de recriar la noción de
espacio.
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