30/4/09

El grito del reacio desaparecido sujeto social


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¿Recuerdas esas noches larguísimas de principios de año en que escribía mails nostálgico? bueno, ahora son diferentes. Ahora tengo muchas cosas por decir, a comparación de ese entonces cuando había perdido las ganas de escribir.
A finales de enero estuve a punto de perder la cordura. Fue un mes muy difícil, no por cuestiones de trabajo o por cuestiones del mundo exterior, sino por cosas que tenía dentro.
Pero bueno, olvidemos eso, algún día mandaré algún texto que escribí en esa época.
Ayer pasé una noche maravillosa viendo la luna más grande que he tenido oportunidad de apreciar. Comí choripan en un parque de Palermo y luego vine a dormir. Dormí siete horas y ya no sabía qué hacer en la cama. Me levanté y fui por yogurt, hace años que no comía esa cosa dulce y resbalosa que te hace salivar. Ahora estoy flaco, delgado, con la barba recién cortada, tomé té de tilo y unos alfajores. Ahora estoy dispuesto a refrescarme con unas cervezas oscuras y a escribir algo en la noche.
El otro día estuve platicando con la compañera puertorriqueña y me gusta como habla, es decir, la entonación, los acentos. Disfruto del diálogo puertorriqueño, claro, los que hablan tranquilos y pausados, no tanto esos raperos o de reggeaton que se escucha tanto en la radio. También he apreciado cómo hablan los colombianos, me parece que la zona del caribe y la influencia afroamericana es algo que me comienza a llamar la atención.
Su forma de hablar es tan profunda, como si viniera desde más allá del esqueleto. Su diálogo no proviene de la entonación por el grosor de los labios, mandíbulas o dientes. Viene de otro lugar, no fisiológico. Es como los ojos de l@s bolivian@s y peruan@s, ojos que me fascinan, tienen una mirada tan no determinada por la razón, tan fuera de la comprensión occidental. Así es la voz de los caribeños y los colombianos de la costa; con calor visual y aliento candente.
Hoy caminaba por mi calle. Y a cien metros de la entrada de mi pensión ¿sabes qué encontré? a un hombre tirado en el suelo, inconsciente. Era un chico de no más de 20 años, tirado en el suelo por el alcohol y las drogas. Tirado en el suelo porque desde que tiene 5 fue violado, juzgado, discriminado por nuestra sociedad, por nosotros. ¡No es su culpa! NO ¡Es la culpa de todos nosotros! En el mundo hay millones de niños que se mueren de hambre todos los días mientras que Estados Unidos tira toneladas de comida a la basura para mantener el mercado internacional ¿a qué jugamos?

He dejado de entender. Los medios de comunicación culpan a las drogas y criminalizan a los niños como si fueran adultos. Lo hacen cuando el sistema de producción capitalista que ellos mismos apoyan, y del cual EU es el máximo exponente, reproduce la miseria mundial.
Si nos hubiera tocado vivir en épocas romanas no seríamos ciudadanos de Roma, al haber nacido en las periferias del imperio nos hubiera tocado ser esclavos. ¡Lo mismo que somos ahora! Somos países periféricos que trabajan alienados de su objeto de trabajo.
No puedo ser parte de esto, no puedo ser parte de un sistema económico y legal que deja que los niños se mueran en las calles mientras el sistema vive preocupado por cómo hacer que los bancos recuperen sus ganancias. Me vine hasta el sur del continente para no escuchar esas estupideces de nuevo. Ya tenía suficiente con tantos agringados en México. Pero acá lo reencuentro. El capitalismo es mundial, sus consecuencias trascienden las débiles fronteras nacionales y aliena a todo ser humano que no toma conciencia de clase.
La alienación es la separación entre el sujeto y el objeto. Es decir, es la separación del ser humano con su medio ambiente. La persona se siente ajena a los actos que realiza, a las experiencias que vive, a las relaciones sociales que entabla. En pocas palabras: la persona vive cotidianamente pero siente que es otra persona quien realiza las acciones por ella. Como si las cosas que hacemos las hiciera un "otro yo", que somos nosotros mismos pero al mismo tiempo no lo somos.

Tal separación se manifiesta de cientos de maneras: a través de la necesidad impulsiva del consumo (paleamos las necesidades emocionales con los objetos que compramos), a través de los celos imperdonables (paleamos la obses
ión hacia otra persona con la necesidad de pertenencia), a través de la asistencia irrestricta a ciertos rituales religiosos (paleamos la ineludible duda sobre la vida y la muerte con la certeza de la existencia de un ser imaginario divino) y, la más importante: que es la separación del ser humano de su trabajo (realizamos nuestras actividades exclusivamente por dinero y ya no por la trascendencia que éstas tienen en el mundo para modificarlo).
Cuando hablo de trabajo no me refiero a la relación profesional, sino a un nivel más filosófico del mismo: el ser humano se relaciona con su mundo a través de relaciones de acciones. La única manera que tiene el ser humano para transformar su mundo es, justamente, a través del trabajo. Por ello, lo más valioso que tenemos los seres humanos es nuestra capacidad para actuar y modificar nuestro mundo. Suprimir esa capacidad es lo que origina la alienación. La alienación es la incapacidad que el ser humano siente en la modernidad por modificar su mundo.

Y es la alienación la que hace que tantos chicos se sientan de esa manera, p
orque lo van incorporando durante su niñez a través de sus padres, porque sus padres también ya fueron formados en ese sistema alienante. Lo van incorporando a partir de que ven la televisión desde que tienen memoria, ven televisión antes de abrir un libro, antes de salir a pasear al parque o preguntarse por cómo es que una mariposa vuela. Y esto se extrapola a los ámbitos más amplios de la vida social.
El internet nos está quedando chico. Esta plataforma ya no nos es lo suficientemente eficaz para expresar todo lo que tenemos que decir. Creo que nos molestamos y enfurecemos con la pantalla a tal punto que la patearíamos.

Pero también yo estoy alienado, reacio desaparecido sujeto social, preso en mi ciudad.


[gracias a la fábrica tomada Chilavert Artes Gráficas por las imágenes]

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