3/10/10

Ante el amotinamiento policial de Ecuador


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Declaracion de la Fracción Trotskista Cuarta Internacional


Nos pronunciamos categóricamente contra la reaccionaria sublevación policial ocurrida en Ecuador ocurrida en el día de ayer, así como contra el “Estado de excepción” y la entrega del control del territorio nacional a las Fuerzas Armadas, dictada por el presidente Correa con el argumento de combatir lo que calificó como un intento golpista, pues esa medida sólo podría ir contra las necesidades de la movilización obrera y popular - única que podría enfrentar consecuentemente cualquier intentona reaccionaria-, y convertir al ejército en árbitro de una convulsionada situación política.

El movimiento fue detonado por el rechazo a la nueva legislación sobre el servicio público que recorta algunas prebendas de los uniformados (como los ingresos por bonos y condecoraciones) y se extendió nacionalmente a las guarniciones policiales de la capital y las principales ciudades. Si bien también había descontento en la oficialidad de las Fuerzas Armadas y altos jefes pidieron que esas medidas se dejaran sin efecto, sólo un pequeño sector de la fuerza Aérea en Quito y Latacunga parece haberse plegado.

El motín, de contenido claramente reaccionario, provocó una conmoción que sacudió al país, provocando la paralización de vuelos aéreos y cierre de bancos. Cuando el presidente Correa se dirigió a los policías para exigir que depusieran las medidas, fue abucheado, agredido y finalmente quedó cercado junto a su escolta en dependencias del hospital policial de Quito durante toda la jornada, generándose una aguda crisis política con repercusiones internacionales.

Finalmente, en horas de la noche, y luego de algunos enfrentamientos con varios muertos y numerosos heridos, el movimiento fue perdiendo fuerza y desarticulándose, mientras fuerzas que respondían al gobierno lo liberaban del cerco y Correa se trasladaba al palacio de Carondelet, desde donde habló en público condenando el movimiento y sus reclamos. Ya antes, el presidente había decretado el estado de excepción por una semana, haciendo cargo a las Fuerzas Armadas de la seguridad interior.

Algunos sectores de la oposición derechista, como el expresidente y Tte. Cnel.(r) Lucio Gutiérrez que parece tener influencia entre algunos uniformados, aprovecharon la situación para lanzar una ofensiva reclamando elecciones anticipadas. Sin embargo, parte importante de la oposición así como los sectores fundamentales de la clase dominante, no apoyaron o condenaron abiertamente el movimiento. Jaime Nebot, alcalde de la ciudad de Guayaquil y líder de un desprendimiento del derechista Partido Social Cristiano declaraba que “sigamos altivos, rebeldes, libres -y opositores también- pero jamás golpistas ni tolerantes con la delincuencia” y otros voceros de los medios empresariales y de prensa se pronunciaban en una línea similar.

Rápidamente los gobiernos latinoamericanos, la OEA, la UNASUR, el gobierno español y la Unión Europea, y el propio gobierno de Estados Unidos, salieron a condenar los acontecimientos agitando el fantasma del golpe de estado y respaldando de manera prácticamente unánime a Correa.

Es decir, a pesar de que Correa, los gobiernos latinoamericanos (desde Santos y Alan García a Chávez y Cristina), la mayor parte de la prensa y sectores de la izquierda reformista presentaron los hechos como un golpe de estado en marcha, no parece haberse tratado de una conspiración planificada y orquestada con acuerdo de las principales instituciones y el conjunto de los “factores de poder” burgueses y el imperialismo para imponer una salida “a la hondureña”, como fue el golpe que derrocó a Zelaya, sino más bien de una asonada policial detonada por reclamos corporativos en lo que se mezcla además, que en los últimos años la policía ecuatoriana, que es una institución profundamente reaccionaria y antipopular a la que Correa recurrió ampliamente para reprimir manifestaciones docentes, estudiantiles y de otros sectores de trabajadores y el pueblo, se ha venido fortaleciendo, atando lazos incluso con agencias imperialistas (por temas como el narcotráfico) y parece ahora haber pretendido hacer pesar ese poder. Claro que por tratarse de una institución de las fuerzas de seguridad, su movimiento abrió una situación de gran crisis de lo que trataron de sacar provecho algunos sectores opositores con una línea “destituyente”.

Lejos de estar en un momento de especial confrontación con el imperialismo y sus agentes más fieles en la región - como el gobierno colombiano y peruano-, el gobierno de Correa, a pesar de su discurso de “revolución ciudadana” y sus promesas de cambio al estilo populista, viene en un giro a la derecha, tanto en el plano externo, en el que viene intentando separarse de Chávez y tener una política conciliadora hacia Colombia (reconciliándose con el gobierno de Santos y colaborando con la custodia de sus fronteras en el cerco a las FARC), como en el plano interno, como se ve en el plan de ajuste que viene aplicando contra los trabajadores públicos, con las concesiones a las transnacionales mineras y petroleras, etc. Desde hace tiempo viene enfrentado con los maestros, agrupados en la Unión Nacional de Educadores con los estudiantes de la FEUE por la Ley de Educación Superior y con la central sindical, FUT. Así, sectores sindicales, campesinos e indígenas que lo habían apoyado, han ido tomando distancia o pasado a la oposición parcial o frontal a muchas de sus medidas.

Como parte de este curso, Rafael Correa ha venido endureciendo los rasgos bonapartizantes de su gobierno, lo que genera permanentes tensiones políticas y aún roces, con sus partidarios, así, la Ley de servicio Público fue consensuada en el Parlamento con sectores opositores pero terminó vetada por Correa a disgusto de legisladores de su propio Movimiento País.

Ahora, y como parte de una contraofensiva política, el gobierno está utilizando la amenaza de un golpe de Estado orquestado por la derecha para relegitimarse, justificar sus medidas y recuperar base social, en una situación en que viene habiendo enfrentamientos con sectores amplios de asalariados y estudiantes y desgaste de las expectativas populares en sus promesas.

Sin embargo, indudablemente se ha abierto una crisis política de gran magnitud que afecta al régimen y a instituciones centrales del Estado como es la propia Policía, y aún no están claras las derivaciones y consecuencias. En este marco, es necesario denunciar tanto la reaccionaria sublevación policial como el rol asignado a las FF.AA y el establecimiento del estado de excepción (que prevé el control militar de la seguridad pública, la suspensión de garantías civiles y permite cateos y llamamientos sin orden judicial), por cuanto van contra la necesidad del movimiento de masas de contar con las más amplias libertades de organización, discusión y movilización para enfrentar cualquier acometida reaccionaria, venga de donde venga, y al servicio de buscar una salida de “gobernabilidad” y estabilización, y pone a los militares -que se han desplegado en las calles de Quito, Guayaquil y otras ciudades-, en la situación de árbitros de la política nacional.

Distintas posibilidades políticas están abiertas. Es posible que Correa emerja de la crisis más debilitado, haciendo mayores concesiones a las Fuerzas Armadas y a la derecha. Pero tampoco puede descartarse que se haga más profunda la crisis política, o que termine imponiéndose una salida más bonapartista con el Ejército o se llegue al adelantamiento de elecciones.

Una parte de la izquierda ecuatoriana que apoya a Correa salió a denunciar el golpe, llamando a apoyar al presidente y su “revolución ciudadana”. Otros sectores, apoyaron el motín policial como si fuera una “lucha de trabajadores asalariados” en lugar de un movimiento de agentes de la represión de claro carácter político reaccionario. En ambos casos, se negaron a levantar una política independiente, de clase, para orientar al movimiento obrero, campesino, indígena y popular. Por su parte, los gobiernos del ALBA (del que es parte Ecuador), con el de Chávez a la cabeza, de Argentina y toda Latinoamérica, bajo la condena del supuesto golpe llamaron a apoyar a Correa y al régimen de la democracia ecuatoriana, pero en la reunión de UNASUR en Buenos Aires ni siquiera -salvo el representante de Paraguay- mencionaron el antecedente de Honduras, mostrando una vez más su impotencia y capitulaciones cuando realmente se dan acciones reaccionarias respaldadas por el imperialismo.

Las bases de una política obrera independiente parten de repudiar la reaccionaria sublevación policial, denunciar el estado de emergencia que le da poder a las fuerzas armadas, denunciar cualquier injerencia de OEA (que terminaron avalando y aceptando como un “hecho consumado” el golpe en honduras) y demás organismos internacionales y llamar a la movilización y autoorganización obrera y popular independiente para enfrentar cualquier intento bonapartista (es decir represivo y autoritario). Lejos de confiar en Correa y apoyar sus medidas, se trata de rechazar todo ataque al salario, a las condiciones laborales y toda restricción a las libertades democrática y el derecho de huelga, y unir a las demandas obreras las de los oprimidos y explotados del campo y la ciudad, contra la depredación minera y petrolera, por la tierra y el territorio y contra la injerencia imperialista, en una perspectiva independiente.

Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

Fuente: Liga Obrera Revolucionaria, Bolivia
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24/9/10

La ruta del metal latinoamericano

Sentimiento indiano, orgullo nativo

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Yo no festejo la muerte aunque la muerte suceda
No conmemoro la sangre de mis ancestros siquiera
Por mas de 500 años no se termina mi guerra
Por mas de 500 años no se termina mi guerra,
No se termina mi guerra

Tengo una vincha en la frente cintura de pensadera
Y no me entra un silencio por mas que pensarlo quiera
Quedamos yo y unos pocos porque mandan los de afuera
Quedamos yo y unos pocos porque mandan los de afuera
Porque mandan los de afuera
500 AÑOS DE QUE?, DE QUE?, DE QUE?
500 AÑOS DE QUE?, DE QUE?, DE QUE!!!
500 AÑOS DE QUE, AUNQUE ELLOS TENGAN LA TIERRA
TODAVIA ESTOY DE PIE Y NO ME CALLA CUALQUIERA
TODAVIA ESTOY DE PIE Y NO ME CALLA CUALQUIERA
( Solo )
Recitado :
mis hermanos de indoamerica se preguntan:
El 12 de octubre de 1992 que festejan?
500 años de que? De que? De que!!!
Soy raiz de mis abuelos decendiente de la piedra
Rayo de sol en el este, guanaco de primavera
Como el caudaloso rio no pienso pegar la vuelta
Como el caudaloso rio no pienso pegar la vuelta
No pienso pegar la vuelta
Es tan negra la memoria Y la conciencia tan cierta
De donde sale esta gente que un genocidio festeja?
Como la nieve alla arriba no se derrite mi queja
Como la nieve alla arriba no se derrite mi queja
no se derrite mi queja
500 AÑOS DE QUE?, DE QUE?, DE QUE?
500 AÑOS DE QUE?, DE QUE?, DE QUE!!!
500 AÑOS DE QUE, AUNQUE ELLOS TENGAN LA TIERRA
TODAVIA ESTOY DE PIE Y NO ME CALLA CUALQUIERA
TODAVIA ESTOY DE PIE Y NO ME CALLA CUALQUIERA!!!

INSPIRADA EN LA VERSION DE OSCAR PAYAGUALA

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17/9/10

Las manos transformadas

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Esfuerzo de los amigos de RyR. Comienzo de la 'Biblioteca Militante'.


Cómo me hice socialista(1)

Jack London

Es bastante justo decir que yo llegué a ser socialista de manera muy semejante a aquella por la cual los teutones se convirtieron en cristianos: a los golpes. No solamente no estaba buscando el socialismo en la época de mi conversión, sino que lo estaba combatiendo. Era muy joven e inexperto, no sabía mucho de nada, y aunque nunca había oído hablar de una escuela llamada individualismo, cantaba el himno de los fuertes con todo mi corazón.
Eso sucedía porque yo mismo era fuerte. Por fuerte quiero decir que tenía buena salud y fuertes músculos, posesiones ambas fácilmente comprobables. En mi niñez había vivido en las haciendas de California, en mi adolescencia repartiendo diarios en las calles de una saludable ciudad del oeste, y en mi juventud, en las aguas cargadas de ozono de la bahía de San Francisco y del Océano Pacífico. Me gustaba la vida al aire libre y trabajaba a cielo abierto en los trabajos más duros. Sin aprender ninguna profesión, pero deslizándome de ocupación en ocupación, observé el mundo y lo consideré bueno, hasta en lo más insignificante. Permítanme repetir: ese optimismo se debía a que yo me sentía sano y fuerte, sin preocupaciones de dolores ni debilidades, nunca rechazado por el patrón porque pareciera incapaz, siempre apto para encontrar un trabajo como paleador de carbón, como marinero, o un trabajo manual.
A causa de todo esto, exultante con mis pocos años, capaz de mantenerme firme en el trabajo o en la lucha, era un individualista desenfrenado. Era muy natural. Era un triunfador. Por eso yo llamé a ese juego, mientras observaba cómo se desarrollaba, o pensaba que lo hacía, un juego de HOMBRES. Ser un HOMBRE era escribirlo con grandes mayúsculas en mi corazón. Arriesgarse como un hombre, pelear como un hombre y hacer el trabajo de un hombre (aun por el salario de un niño), eran cosas que me llegaban profundamente y que se apoderaban de mí como ninguna otra. Y miraba hacia delante la perspectiva de un brumoso e interminable futuro en el que, jugando lo que creía que era un juego de HOMBRES, continuaría viajando con una salud inagotable, sin accidentes y con músculos siempre vigorosos. Como digo, ese futuro era interminable. Podía verme a mí mismo, bramando por una vida sin final como una de las rubias bestias de Nietzche, vagando lujuriosamente y conquistando por mi plena superioridad y fuerza.
En cuanto a los desafortunados, los enfermos, los achacosos, los viejos y mutilados, debo confesar que había pensado muy poco en ellos, excepto que vagamente sentía que, fuera de los accidentes, podían ser tan buenos como yo si lo deseaban con verdadero ahínco y trabajaban igualmente bien. ¿Accidentes? Bueno, representaban al DESTINO, también deletreado con mayúsculas, y yo no me preocupaba entonces por el DESTINO. Napoleón había tenido un accidente en Waterloo pero eso no enfrió mi deseo de ser otro moderno Napoleón. Más adelante, el optimismo emanado de un estómago que podía digerir hierro viejo y de un cuerpo que se reía de la fatiga, me impedía pensar en los accidentes relacionándolos, ni aun remotamente, con mi gloriosa persona.
Espero haber dejado en claro que estaba orgulloso de ser uno de aquellos a quienes la Naturaleza había dotado de las mejores armas. La dignidad del trabajo era lo que me impresionaba más notablemente en el mundo. Sin haber leído a Carlyle ni a Kipling, yo creaba un evangelio del trabajo que oscurecía el de ellos. El trabajo era todo. Era santificación y salvación. El orgullo que me invadía después de un día de duro trabajo sería inconcebible para ustedes. Es casi inconcebible para mí, ahora que lo recuerdo. Yo era el más verdadero esclavo del trabajo que un capitalista haya explotado nunca. Desatender el trabajo o fingirme enfermo ante el hombre que me pagaba el sueldo era un pecado, primero, contra mí mismo, segundo, contra él. Lo consideraba un crimen, solamente inferior a la traición y tan malo como ella.
En suma, mi alegre individualismo estaba dominado por la ética burguesa ortodoxa. Leía los diarios burgueses, escuchaba a los predicadores burgueses y oía las trivialidades de los políticos burgueses. Y no dudo de que, si otros acontecimientos no hubieran cambiado el curso de mi vida, habría llegado a ser un rompehuelgas profesional (uno de los héroes norteamericanos del presidente Eliot) y tendría mi cabeza y mi capacidad de procurarme el sustento aplastada por un garrote empuñado por algún militante sindical.
Alrededor de esa época, cuando volvía de un viaje de siete meses por el mar, ya doblados los dieciocho, se me puso en la cabeza irme a vagabundear. Sobre pescantes y oscuros furgones, construí mi camino en el oeste abierto, donde los hombres se hacen grandes y el trabajo anda a la caza del hombre, al revés que en los congestionados centros laborales del este, donde los hombres eran tomates arrugados y toda su fortuna consistía en cazar un empleo. Y en esta nueva aventura de bestia rubia me encontré a mí mismo considerando la vida desde un ángulo totalmente diferente. Había caído desde el proletariado a lo que los sociólogos gustan llamar el décimo sumergido y comenzaba a descubrir la forma en que era reclutado ese décimo.
Encontré allí a toda clase de hombres, muchos de los cuales habían sido alguna vez tan buenos como yo e igualmente bestias rubias; marineros, soldados, trabajadores, todos torcidos, deformados y doblegados por el trabajo, las fatigas y los accidentes y arrojados a la ventura por sus amos como tantos caballos viejos. Yo fatigaba las dragas y golpeaba las puertas traseras con ellos o tiritaba en las cajas de los camiones y en los parques de la ciudad, escuchando mientras tanto historias de la vida real que habían comenzado con tan buenos auspicios como la mía, con digestiones y cuerpos iguales o mejores que los míos, y que terminaron ante mis ojos en los mataderos, en lo más profundo del abismo social.
Y mientras escuchaba, mi mente comenzó a trabajar. La mujer de la calle y el hombre del arroyo respiraban junto a mí. Vi tan vívidamente el cuadro del abismo social como si fuera algo concreto, y en lo más profundo los vi a ellos, y a mí, un poco más arriba, colgando de la pared resbaladiza merced a toda mi fuerza y sudor. Confieso que el terror se apoderó de mí. ¿Qué sucedería cuando fallasen mis fuerzas, cuando fuera incapaz de trabajar hombro con hombro con los hombres fuertes que hasta ayer todavía no habían nacido? Allí y entonces hice un gran juramento. Era así, más o menos: Todos los días he trabajado duramente con mi cuerpo, de acuerdo con el número de días he trabajado, y justamente por eso estoy más cerca del fondo del pozo. Saldré fuera de él, pero no podré hacerlo mediando mis músculos. No haré más trabajos pesados y que Dios me castigue con la muerte si hago otra vez con mi cuerpo más de lo que necesariamente deba hacer. Y he estado ocupado desde ese momento en escapar del trabajo pesado.
Incidentalmente, mientras recorría vagabundeando unas diez mil millas por Estados Unidos y Canadá, me extravié en las cataratas del Niágara, fui prendido por un alguacil de un feudo de caza, se me negó el derecho a defenderme y fui sentenciado inmediatamente a treinta días de prisión por no tener residencia fija y medios visibles de ganarme la vida. Esposado y encadenado a un puñado de hombres en las mismas condiciones, fui llevado en un carro por el campo de Búffalo, registrado en la Penitenciaría del condado de Erie; tuve mi cabeza pelada y afeitado mi crecido bigote, fui vestido con las ropas rayadas de los convictos, compulsivamente vacunado por un estudiante de medicina que practicaba con nosotros, encerrado en un calabozo y luego puesto a trabajar bajo la mirada de guardias armados con Winchester; todo por aventurarme a la manera de las bestias rubias. El deponente no desea agregar más detalles, aunque podría agregar que algo de su pletórico patriotismo nacional perdió su fuerza y se fue por el fondo de su alma hacia algún lado. Por lo menos desde esa experiencia encuentra que se preocupa más por los hombres, las mujeres y los niños que por imaginarias líneas geográficas.
Volvamos a mi conversión. Pienso que es manifiesto que mi exuberante individualismo me fue quitado a martillazos y que otra cosa me fue colocada de la misma forma. Pero, de la misma manera que había sido un individualista sin saberlo, ahora era un socialista sin saberlo, o sea, un socialista no científico. Había nacido nuevamente, pero no me había rebautizado, y andaba de un lado a otro para encontrar qué era. Corrí a California y abrí los libros. No recuerdo cuáles abrí primero. Es un detalle sin importancia de cualquier manera. Yo ya era Eso, cualquiera que fuese, y con la ayuda de los libros descubrí que Eso era el Socialismo. Desde ese día he abierto muchos libros, pero ningún argumento económico, ninguna demostración lúcida de lógica e inevitabilidad del socialismo me afecta tan profunda y convincentemente como fui afectado el día en que por primera vez vi las paredes del abismo social crecer a mi alrededor y me sentí deslizándome hacia abajo, hacia abajo, hacia el matadero, en el fondo.

NOTAS

1En London, Jack: La lucha de clases, Editorial Crisis, 1973, Buenos Aires. Hemos hecho correcciones importantes a la traducción, bastante deficitaria por cierto (N. del E.).


La Biblioteca Militante

A partir de marzo del año que viene, Ediciones ryr comenzará la publicación sistemática de la Biblioteca Militante, un total de 200 libros divididos en cinco colecciones: Arte y Filosofía, Historia Argentina, Problemas Mundiales, Básicos del Socialismo y Literatura Roja. La función de la Biblioteca es proveer de una lectura amplia y sencilla a todo aquel que tenga preguntas que responderse sobre la naturaleza del socialismo, sobre su historia, la lucha presente y pasada y su realidad y necesidad en el mundo actual y en la Argentina en particular, así como sobre sus bases filosóficas y su representación artística. La Biblioteca quiere militar por el socialismo en el sentido más general: demostrando que existe como una potencia siempre latente en el alma humana. Es por eso que los textos que integran cada colección (que serán dados a conocer al público en sucesivas ediciones de El Aromo) han sido escogidos con un criterio abierto, sin apostar a la “pureza doctrinaria”, sino más bien a esa latencia que se expresa en el conjunto de la producción universal. Autores de los más diversos traerán mes a mes un aspecto, un elemento y una perspectiva de la realidad que buscarán enriquecer la mirada del lector y ayudarlo a construir una cultura socialista. A colaborar en, como dice Jack London en el texto que sigue, el descubrimiento de Eso que todos llevamos dentro como promesa.

Fuente: El Aromo N° 56

14/8/10

Una de Tosco

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“Nuestra experiencia nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces, pasan meses sin que nada aparente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar, en una semana, en un mes, en un año. Nada debe desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe desesperarnos."


Agustín Tosco (luchador obrero argentino)


Los sobrevivientes de Trelew hablan:





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Murales para La Paz

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Por Vincius Mansur, corresponsal de Brasil de Fato. en Bolivia . Fotos: Mauricio Acevedo
Fuente: Prensa de Frente

Los murales ya eran pintados por griegos y romanos hace siglos, pero fué su apropiación por pintores mexicanos en la primera mitad del siglo XX que dió inicio al Muralismo, siendo Diego Riviera su principal representante.

De forma realista y de proporciones monumentales, El Muralismo fué influenciado por el expresionismo alemán y por las vanguardias rusas. La originalidad de su repertorio se dio por la conexión directa de los muralistas con el contexto social y político de la época y por la representación de las culturas Maya y Azteca, además de elementos folclóricos del México Colonial. El Muralismos fue impulsado por la Revolución Mexicana de 1910 como proyecto educativo y cultural, narrando la historia del país, exaltando su fervor revolucionario y rompiendo con la pintura académica, restricta a galerías, museos y colecciones particulares.

Las similitudes políticas y culturales, especialmente por la presencia indígena, han traído el Muralismo para Bolívia ya en la Revolución Nacional de 1952, cuando se destacaran pintores como Miguel Alandia, Walter Sólon e Lorgio Vaca. No es coincidencia que el Muralismo siga siendo pintado en las calles de La Paz, haciendo el arte accesible al pueblo, en medio del “Proceso de Cambio” encabezado por Evo Morales. De las decenas de murales, el fotógrafo mexicano Mauricio Acevedo ha elegido siete de ellos.



“La marcha de los 200 años”, del artista Gastón Ugalde, es el mayor mural de La Paz, con más de 300 metros de largo y, aproximadamente, cuatro metros de altura. Estrenado este año, por la conmemoración de los 200 años de independencia de La Paz, y pintado con raro realismo en las paredes del Teatro al Aire Libre, en la Avenida del Poeta, este mural trae 200 personajes paceños, como líderes políticos, religiosos, intelectuales, artistas, figuras del folkclore local y representaciones de la cultura andina.



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En detalle, la contraposición de las formas andinas de representación con la arte sacra occidental, retratando la dominación española.




También en conmemoración al Bicentenario de la Independencia de La Paz, este mural fue pintado por siete jóvenes del grupo Apacheta, ganadores de la competencia abierta por la alcaldía, cuya temática era “Movimiento Obrero”. Ubicado en el túnel que conecta las avenidas 6 de Agosto y Arce con la Plaza del Estudiante, al frente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), el mural retrata en las dos paredes laterales del túnel, entre otras cosas, la lucha indígena por acceso a la universidad. En la segunda foto, el mural se convierte en un bello cuadro para la marcha de maestros de escuelas publicas por incremento salarial.







En el centro de La Paz, en la Avenida 16 de Julio, cortada por una grande y transitada acera central, el Prado, está una prueba del muralismo boliviano exclusivamente indígena, pintado por el artista Sergio Campos.




También en el Prado, otro mural del grupo Apacheta rescata la hitoria de luchas boliviana en contra la colonización española, en defensa de la hoja de coca y de la nacionalización de sus recursos naturales.




En detalle, los artistas destacan la “Tesis del Pulacayo”, documento de orientación trostkista, elaborado por el Partido Obrero Revolucionario (POR) de Bolivia, en 1946, cuya la cabeza era Guillermo Lora. La estrategia defendida en el documento abrió paso para la Revolución Nacional del 52, aunque la vanguardia del proceso haya sido el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).




En la avenida Montes, que une La Paz y la ciudad de El Alto, el mural hecho por Castellón escapa de la representación de momentos de lucha del pueblo boliviano y destaca a Jesús Cristo. Al lado izquierdo de Cristo, está representado el desarrollo de la urbe paceña. Del lado derecho, símbolos del folclore nacional.




Este mural, sin firma, ubicado en la esquina de las calles Tarija y Linares, demuestra la capacidad de los muralistas en tratar temas actuales. Pintado pocas semanas después del temblor que ha debilitado a Chile, en febrero de este año, el mural remite a la pelea histórica entre Chile y Bolívia, en la cual la devolución del acceso al mar es la principal reivindicación boliviana;






Ubicada al lado de la Casa de Cultura de La Paz, en la zona popular Peréz Velasco, este mural también anónimo, demuestra otra virtud del muralismo: la capacidad de recriar la noción de
espacio.
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El valor de uso en Bolívar Echeverría

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Notas del libro:
Stefan Gandler (2007), Marxismo crítico en México: Adolfo Sánchez Vázquez y Bolívar Echeverría, FCE, México
Capítulo 2

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II. Sobre B. Echeverría: valor de uso y ethos

Se estudia el intento de Echeverría por concretar la praxis en la modernidad, lo que lleva a analizar los dos temas principales de la filosofía social de este autor: el concepto de valor de uso (forma natural del proceso de producción y consumo) y el de los cuatro ethe de la modernidad capitalista (cuatro formas desarrolladas para soportar las relaciones reinantes de producción).

Algunos elementos básicos de la modernidad capitalista se comportan como un ‘complejo mítico’ al no ser realizables como el discurso les manda.

El concepto de praxis en Sánchez Vázquez es demasiado abstracto. Con esto, la revolución bajo el concepto socialista se convierte en una reproducción burguesa al estilo Revolución francesa ya que se concluye que es solamente a través de la revolución la única manera posible para subvertir las relaciones humanas que se encuentran tocadas por el neoliberalismo. Esto lleva a la revolución a convertirse casi en “la continuación congruente de la experiencia del mercado como locus privilegiado de la socialización.” (p.278) Se piensa que la única vez que la revolución se logra es la única ruptura posible; se institucionaliza.

“También la praxis humana debe concebirse, en cada caso, en su contexto histórico, cultural y geográfico; no puede ser entendida realmente en el marco de un pensamiento que, en apariencia, se mantiene universal.” (p.282 y cita 26)


El valor de uso

Analiza el concepto original marxiano de valor de uso confrontándolo con la teoría lingüística de Saussure: “al lado de la langue (idioma), o sea, del conjunto de múltiples producciones y consumos de valores de uso en una determinada constelación histórica, existe además el langage (capacidad de hablar, lenguaje). Éste es el punto capital. Lo específicamente humano, por lo que Echeverría se pregunta varias veces en el texto “LA forma natural de la reproducción social”, no es la langue, o sea un determinado idioma, sino el langage, la capacidad de hablar en sí. No es una forma específica de valores de uso confeccionados y empleados lo que distingue al ser humano y su autocreación, sino su facultad de hacerlo. Con la diferenciación de lengua y lenguaje, aplicada a la esfera de la producción, ya no se puede llegar con tanta facilidad a la conclusión de que una determinada constelación de valores de uso está en un estadio de desarrollo ‘superior’ o ‘inferior’. […] Así pues, el interés de Echeverría por la semiótica fundada por Saussure puede comprenderse como un auxiliar teórico para combatir el ‘falso universalismo’, que no es sino la autoelevación de una de las particularidades existentes en lo ‘general’, y hacerlo sin arbitrariedad.” (p.355)

La misma metodología de Saussure, Echeverría la plantea para los valores de uso: “una clase de análisis que no empiece por considerar mejores unos frente otros sólo porque hayan surgido en el marco de una forma de creación de valor más industrializada.” (p.354)

  • Las denominaciones de países como ‘desarrollados’ o ‘subdesarrollados’ implica un arraigado productivismo económico que lleva a que las fuerzas industriales sean las que determinen sin más el progreso de un pueblo. Incluyendo al marxismo dentro de este desarrollo teórico que se mantiene dentro de esta percepción.

  • A la realidad que vive Latinoamérica se le llama ‘modernidad inconclusa’, misma que promueve el racismo; se debe reconocer que no lo es tal sino que es “la perfecta expresión en su propia contradicción.” Es la modernidad para el subdesarrollo y al mismo tiempo una contradicción en los mismos planteamientos racionales de la Ilustración.

  • “Según ésta, lo decisivo en las relaciones de producción es el proceso productivo en cuanto referido al valor; partiendo de éste se puede explicar y evaluar todo lo demás, es decir, también el proceso productivo en cuanto referido al valor de uso. Esto da por resultado que los valores de uso producidos en el marco de una sociedad en la que exista un grado relativamente alto de industrialización harán que esa sociedad sea concebida automáticamente como ‘más desarrollada’ que las otras. Y como, además, se sabe que los valores de uso son coherentes en cada caso con la constitución cultural de un país, se llega por último a la conclusión de que determinadas formas de cultura están ‘más desarrolladas’ que otras sólo porque se encuentran en una comarca en la que reina también un grado de industrialización más elevado que en otras comarcas. Si bien hay cada vez menos teorías que defiendan esto con tan abierta agresividad, éste es, implícitamente, el pensamiento reinante en general, en la vida cotidiana al igual que en las ciencias. Que esto no se proclame en todo momento, no le quita para nada su casi absoluta omnipresencia, así sea entre líneas.” (p.352-353)

  • En esta forma –ligeramente oculta- predomina, pues, la idea de que más pronto o más tarde todos los seres humanos deberán vivir como es hoy habitual en Europa y en Estados Unidos, y que ése será el verdadero ‘desarrollo’. Una fijación en la producción y el consumo en cuanto referidos al valor, combinada con un progresismo ingenuo, forman un caldo de cultivo ideológico donde el eurocentrismo difícilmente deja de prosperar.” (p.353-354)


La modernidad realmente existente

  • Alusión obvia a la URSS, que ni siquiera fue socialismo. Con el término se señala teóricamente la posibilidad de la realidad de otras modernidades. Así, ésta no es la única sino la dominante y que niega la existencia de otras posibilidades.

  • La misma se afirma como única posible.

  • Emana un universalismo falso y abstracto. Echeverría opone, entonces, un universalismo concreto.

  • La modernidad se caracteriza en términos de Echeverría por: 1) la tecnología racional, 2) intercambio mercantil siempre en aumento y 3) la apertura hacia las culturas y sociedades locales ante las ‘mundiales’. Sin embargo, el punto número tres tiene defectos: ocurrió ‘perversamente’ ante la cerrazón de la “contrarrevolución capitalista” (p.389) la cual impidió que la Ilustración tuviera una emancipación para los demás pueblos dado que se enfocó únicamente hacia el centro de los países industrializados. Esto, al contrario de lo que el marxismo occidental llama como error de ‘ideología’, Echeverría le llama ‘mito moderno’.

  • A la modernidad la ve con un determinismo cronológico lineal (al contrario de los críticos del eurocentrismo): “El fundamento de la modernidad se encuentra en la consolidación indetenible –primero lenta, en la Edad Media, después acelerada, a partir del siglo xvi, e incluso explosiva, de la Revolución industrial pasando por nuestros días- de un cambio tecnológico que afecta a la raíz misma de las múltiples ‘civilizaciones materiales’ del ser humano.” (p.390)

  • “La revolución, para serlo de verdad, debe ser, como lo señala Hegel, una ‘negación determinada’ de lo existente.” (p.366) Lo cual nos lleva a la dialéctica y a la importancia que Hegel tiene en la misma comprensión del mundo como modernidad eurocentrista.

  • “La negación determinada del universalismo abstracto es, entonces, en su terminología, la aspiración a un universalismo concreto, mientras la negación indeterminada es la ingenua reprobación posmoderna de todo universalismo.” (p.367) Así, la modernidad realmente existente tiene posibilidades internas hasta el momento no aprovechadas: las cuales significarían rupturas, tan grandes como podría ser una revolución.

  • La modernidad es una contradicción de la realidad capitalista entre un proceso de trabajo y disfrute en cuanto valor de uso y uno de reproducción y acumulación de la riqueza en la ‘valorización del valor abstracto (acumulación de capital)’. Así, esta realidad en que la segunda subordina a la primera es visto como una segunda naturaleza del hombre a través del ethos que asegura la armonía en la cotidianeidad. (p.382-383)

  • Si hay diversas modernidades existentes, se debe proponer un análisis exacto de cada una para identificar lo que debe ser absolutamente desechado en la búsqueda de la modernidad no capitalista, así como identificar los puntos que serán el inicio de esta última. Por ello, un método es propuesto por Echeverría dentro del marco para el enriquecimiento marxista unido a la semiótica: los ethe modernos.

  • Se debe perder el respeto a lo fáctico de la modernidad: es la modernidad realmente existente que como rasgo principal tiene al eurocentrismo, el cual bloquea las posibles modernidades alternativas.

  • Se debe quitar de la mente lo predeterminado que significa la continuidad histórica: la que ofrece una línea impecable de razón revelándose al mundo como lo único y mejor.

  • El método debe ser comparativo a través del “valor de uso y signo” semiótico.


El ethos histórico

  • Es el término genérico. El concepto.

  • Conjunta dos acepciones del origen griego: es el ‘uso, costumbre o comportamiento automático’, además de ‘el carácter, personalidad individual o modo de ser’.

  • Como existe en los conjuntos sociales, el individuo que pertenece no lo busca descifrar. Se evita descifrar los comportamientos naturales de un conjunto ‘nosotros’ pero también es la presencia del ‘nosotros’ y cómo el mundo los interfiere o cambia.

  • Es una determinación, por consiguiente, de las circunstancias objetivas y subjetivas. Construcción del mundo de la vida en los sujetos y objetos.

  • El valor de uso se haya supeditado a la producción de valor por lo que el ethos se modifica de acuerdo al valor de la producción capitalista que la sociedad perteneciente a dicho ethos conlleva; el eurocentrismo tiene un valor de uso excesivo ya que se determina por su valor en la modernidad existente.

  • El ethos no es sólo la ideología existente sino también todas las formas de vida cotidiana: “todo aquello que hace soportables las relaciones reinantes de por sí intolerables.” (p.380) También las formas de comportamiento e instituciones sociales.

  • Esto debe ser analizado no “partiendo sin más de la forma de mercancía adoptada por la producción (relación de valor), sino también de la forma concreta de los valores de uso producidos y consumidos en cada caso.” (p.381) Estas formas de vida que lo hacen aguantable (que ésta es su función social) es el ethos histórico.

  • Es estructural y destruye el valor de uso, la pluralidad de las distintas manifestaciones de vida que tienen valor por su uso en sociedades determinadas, que son eliminados por la producción de valor ‘universal’ que determina lo desarrollado de lo no desarrollado; es una forma de ‘naturalizar lo capitalista’.

  • Gandler lo define: “es el conjunto de usos, instituciones sociales, formas de pensar y actuar, herramientas, formas de producción y consumo de valores de uso que hacen posible vivir como ser humano o como sociedad en las relaciones capitalistas de producción, en verdad inhumanas, sin tener que inventarse continuamente una solución al problema que resulta de esas relaciones.” (p.381)

  • En Latinoamérica el problema no es en el proceso de valor capitalista en los aspectos sociales, más bien es centralmente con el eurocentrismo porque el valor de uso ya llega predestinado de allá, por lo que: en Latinoamérica se cree que el superdesarrollo intelectual europeo y la supuesta falta del mismo en América es por la ‘ausencia de autoestima nacional’, convirtiéndose éste en el gran mito cuando en realidad lo que ocasiona es una escisión entre las clases: dejar detrás al indígena y al pobre ante la promesa de modernidad. “Para atacar con los recursos de la teoría este problema –provocado por el eurocentrismo en gran parte- Echeverría desarrolla el concepto de ethos, para hacer visible la diversidad de formas que en cada caso adoptan el autoengaño y el sobrellevar las relaciones sociales reinantes.” (p.385-386)

  • Los ethe, entonces, se presentan como ‘espontaneidades complejas’ muy diversas que predeterminan tipos de actuación que permiten soportar las condiciones aberrantes: la tv, las compras, el alcohol, videojuegos, viajes, política, publicidad, alimentos light, etc.


Los cuatro ethe

Son las cuatro formas básicas del actual ethos histórico: realista, romántico, clásico y barroco. No se diferencian por clase social ya que en todas pueden darse cada uno dependiendo de sus determinaciones históricas, geográficas y culturales. (p.397) Sirven para naturalizar el capitalismo: como algo que proviene de la naturaleza.

“¿Cómo es posible que el modo de producción capitalista, obviamente insoportable, y la sociedad burguesa que lo acompaña, sean percibidos por los sujetos de esa sociedad como inevitables, incluso soportables y a lo mejor hasta razonables?” (p.271)

Echeverría intenta responder alejándose de los argumentos esgrimidos desde las posiciones europeas del ‘marxismo occidental’ (Lukács, Korsch, Benjamin, Adorno y Horkheimer). Entonces, intenta un postulado de la E. de Frankfurt para confrontar al eurocentrismo: “salvar lo singular y particular ante el ataque conceptual y real de lo (aparentemente) general, sin tirar por la borda los conceptos generales y el afán emancipatorio universal.” (p.271) Sin embargo, hay que utilizar a Marx en su sentido anti eurocentrista, si no, el análisis sería incompleto.

Él demuestra que las relaciones capitalistas de producción no se encuentran en un proceso lineal sino que existen diversas modernidades capitalistas entre las que una domina. “Le interesa escaparse de la idea de que un determinado desarrollo histórico debe iniciarse en un cierto punto para extenderse luego paulatinamente por el resto del planeta y que, por tanto, deben existir siempre territorios cuyo desarrollo esté más avanzado que el de otros.” (p.272-273)

  • Va más allá de Heiddeger ya que plantea a la crisis actual como universal, de la civilización, y no únicamente de los modos de producción.

  • Va más allá de Marx al negar la existencia de sociedades pre-capitalistas, al plantearlas como ‘modernidad realmente existente’ pero excluidas de la confirmación central industrial dominante. (p.399)

  • Se distancia de Weber al negar que las relaciones capitalistas de producción se hallan más cercanas a la ética protestante, discurriendo de las demás, viéndolas como subordinadas, y creando una jerarquización errónea.

Hacer la crítica al eurocentrismo sin pregonarlo a viva voz sino a través de conceptos filosóficos.

Echeverría busca filosóficamente “sentar las bases para una teoría materialista de la cultura. [con motivo en la praxis social] […] Aun si Echeverría intenta superar el universalismo abstracto al dar una concreción altamente diferenciada al concepto en cuestión, de todos modos sigue siendo filósofo y se limita a sentar las bases conceptuales para esa historia materialista de la cultura.” (p.392) “La investigación orientada a lo empírico e histórico la deja Echeverría en manos de otros autores.” (p.393)

Propone que los países de la periferia no deben encarrerarse hacia la modernización y que, una vez alcanzada, los problemas cesarán. Más bien, ya se encuentran dentro de la modernidad capitalista, pero en otra forma de esa modernidad: la de países subjuzgados. Para mantener a esas sociedades bajo la tranquilidad soportable del capitalismo, Echeverría propone los cuatro ethe, uno para cada tipo de conjunto social.


El ethos realista (Fascinación ingenua y militante en pro de la valorización del valor)

  • Se niega la existencia de una contradicción entre la necesaria producción de valores de uso y su destrucción ante la producción de valor.

  • Las relaciones materiales imperantes son tomadas con ‘gran estima’ por su eficacia y bondad así como por ser prácticamente las únicas posibles.

  • “Una primera manera de convertir en inmediato y espontáneo el hecho capitalista es la del comportamiento que se desenvuelve dentro de un actitud de identificación afirmativa y militante, con la pretensión de creatividad que tiene la acumulación del capita, con la pretensión de ésta no sólo de representar fielmente los intereses del proceso socio-natural de reproducción sino de estar al servicio de la potenciación cuantitativa y cualitativa del mismo.” (p.411)


El ethos romántico (El valor de uso es enaltecido y, al hacerlo, se pasa por alto que el favorecido no es él, sino el valor)

  • Es la afirmación del valor de uso cuando es visto natural dentro de una valorización en el ‘espíritu de empresa’.

  • En oposición al ethos realista pero siempre negando la separación de valor de uso y producción de valor, el valor de uso es puesto en el estrado a diferencia de la producción de valor, sin embargo, es en verdad al segundo a quien se admira al negar su exaltación y viendo como deseable los modos de producción del valor de uso: los métodos de inversión, el arriesgue de capital y los modos de consumo.

  • “La ‘vida’ del capital es concebida como una gran aventura, los capitalistas son transformados de simples administradores en los verdaderos héroes.” (p.413) Los capitalistas se vuelven ‘empresarios’, como algo aventurero


El ethos clásico (Se cumple ‘trágicamente’ la marcha capitalista del mundo; cínicamente, el valor de uso es sacrificado al valor)

  • Se acepta la diferencia entre valor de uso y producción de valor.

  • Lo establecido es intransformable por lo que se sigue ‘trágicamente’ el proceso capitalista.

  • Lo existente no es glorificado, sus errores se dan a notar, pero una rebelión contra ello es insensata.


El ethos barroco

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13/8/10

La filosofía de la praxis de Sánchez Vázquez

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Notas del libro:
Stefan Gandler (2007), Marxismo crítico en México: Adolfo Sánchez Vázquez y Bolívar Echeverría, FCE, México
Capítulo 1


I. Sobre Sánchez Vázquez: praxis y conocimiento

La praxis es la actividad conciente objetiva en su más amplio sentido. Es la ‘acción’ reflexionada con un sentido en sí misma. “Actividad orientada a la transformación de un objeto (naturaleza o sociedad) como fin, trazado por la subjetividad consciente y actuante de los hombres” (p.157). Para que se dé la praxis debe existir la unión de la actividad objetiva (con fin en sí misma) y la actividad revolucionaria (crítico-práctica para transformar un objeto). Es “por consiguiente, actividad –en unidad indisoluble- objetiva y subjetiva a la vez […] lo determinante de este proceso es la unidad de ambos momentos” (p.157-158).

Marx critica cada momento por separado: lo material objetivo de Feuerbach y lo idealista subjetivo del socialismo precedente.

La conciencia cotidiana de la praxis, según S.V., debe ser superada hacia una conciencia filosófica del término ya que, sin ello, los mitos que se generan alrededor de los procesos revolucionarios o sociales cualesquiera mantendrán una posición inmediata, natural ordinaria de la praxis (entendida como el mejoramiento continuo de la sociedad, como proceso dialéctico que se debe generar constantemente con la crítica). Esta es la crítica fundamental (y uno de los presupuestos teórico del marxismo crítico universal latinoamericano para mi tesis: la praxis marxiana de S.V. y Rev. Para crear el pensamiento dual) hacia los pensadores en Latinoamérica que tenían supuestos sistemas filosóficos para definir al hombre de la región y lo único que lograban era definir algunas de sus cualidad subjetivas limitantes. Se debe buscar una praxis con conciencia filosófica acerca del mundo global en el que vivimos: la creación de sistemas filosóficos como aquellos que se intentaron pero llevados de la mano del acto, de la acción hacia la separación cultural del imperialismo europeo y estadounidense. La conciencia revolucionaria debe impregnar cada escrito: el compromiso social de Revueltas. La praxis de S.V. ayuda a postular ese tipo de filosofía cultural dual: teoría y acción.

El desarrollo de la conciencia filosófica de la praxis parte de esa misma conciencia cotidiana (p.163) (así, los estudios culturales, de acuerdo a lo propuesto por Dussel se involucran para explicar el método para lograrlo).


Sobre las Tesis de Feuerbach

“Marx formula en sus Tesis sobre Feuerbach una concepción de la objetividad, fundada en la praxis, y define su filosofía como la filosofía de la transformación del mundo.” (p.198)

“La praxis humana es fundamento, base del conocimiento, puesto que primero ha creado los objetos que se van a reconocer (al contrario del materialismo tradicional), pero no es asunto aislado del espíritu, pues con intervenciones materiales crea una realidad objetiva, real, sensorial (al contrario del idealismo).” (p.205)

“En la praxis, el ser humano está obligado a demostrar la verdad de su razonamiento […] Debe demostrarla allí, pero eso no significa que el éxito constituya la verdad ni que la praxis confirme automáticamente, por decirlo así, la verdad de una teoría aplicada con éxito […] si una teoría ha podido ser aplicada con éxito es porque era verdadera, y no al revés (verdadera porque ha sido aplicada eficazmente). El éxito de una praxis no debe, pues, equipararse a la verdad de las teorías que le sirven de base.” (p.210)

Del por qué la transformación del ser humano debe venir de la praxis revolucionaria y no de la mera vía pedagógica:

  1. “Las circunstancias que, sin duda, influyen en el ser humano son manejadas como instancias externas e inmutables” (p.215). Esto cuando en verdad han sido expresión de sí y resultado de una situación social, producto de la praxis del ser humano y sujetas a transformación continua, cuestión que es ignorada al presentar las circunstancias estudiadas como ‘cosas objetivas’, intransformables, intactas al oleaje de la historia. Los productos de la mente y de la mano humana son presentados como productos autónomos que se relacionan con nosotros externamente.

  2. El educador debe ser también educado; idea contraria proveniente de la Ilustración burguesa francesa en la que son ellos la única fuerza impulsora del desarrollo histórico, el cual es innecesario ya transformar. Marx: debe ser “una praxis incesante, continua, en la que se transforman tanto el objeto como el sujeto.” (p.216)

  3. “El cambio de las circunstancias no puede separarse del cambio del hombre, de la misma manera que los cambios operan en él –al elevar su conciencia- no pueden separarse del cambio de las circunstancias. Pero esta unidad entre circunstancias y actividad humana, o entre transformación de las primeras y autotransformación del hombre, sólo se opera en y por la práctica revolucionaria.” (p.217, cita 238) Con ello, rechaza al utopismo de la educación sola y al determinismo que el solo cambio de las condiciones de vida exaltará al hombre.

Versiones de la Tesis XI

De Wenceslao Roces sin criticar a la filosofía anterior a Marx:

Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.

De Federico Engels para separar en antítesis las dos filosofías:

Los filósofos solamente han interpretado el mundo de diversas maneras; pero de lo que se trata es de transformarlo.

Así, S.V. “rechaza la teoría [filosofía de la praxis] que, aislada de la praxis, como mera interpretación, está al servicio de la aceptación del mundo” (p.220) y que mantiene con ella la explotación del hombre por el hombre.

Críticas al conocimiento y la praxis del marxismo

  • “Cuando el ser humano ve la necesidad de desarrollar nuevas formas de praxis transformadoras y carece del instrumento teórico para ello, surge la situación peculiar de que la teoría necesaria es determinada por una praxis de la que aún no puede nutrirse en absoluto.” (p.230) Así, la praxis determinaría a la teoría erróneamente ya que la forzaría en una realidad que todavía no deconstruye.

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12/8/10

Inteligencia yanqui en América Latina


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La CIA conocía los planes terroristas para atacar brigadas humanitarias de Cuba y Venezuela

Jean-Guy Allard
Rebelión


El agente de la CIA Istvan Belovai, quien asesoraba la conspiración del paramilitar Eduardo Rosza para asesinar a Evo Morales, en abril del 2009, estaba informado además de planes asesinos del mercenario para provocar atentados contra brigadas humanitarias de médicos cubanos y de ingenieros venezolanos que desarrollan obras comunitarias en los municipios más pobres del oriente boliviano.

Lo confirma la correspondencia electrónica entre Rosza y Belovai, que es estudiada meticulosamente desde su descubrimiento, por el centro de investigación boliviano Datos & Análisis, de Cochabamba, dirigido por el conocido antropólogo y comunicador Wilson García Mérida.

“Rosza le propone a Belovai atacar blancos precisos mediante sendos atentados que ya se planifican entre ambos mediante estos e-mails”, explica el investigador.

“Se habla de hacer explotar el puente Pailón —el más grande de Bolivia, de más de un kilómetro, que había sido inaugurado por Evo Morales en una zona azucarera de Santa Cruz— así como los puntos minuciosamente identificados —mediante mapas del Google— donde operan las brigadas de ingenieros militares venezolanos de los comandos binacionales que apoyan con obras comunitarias en los municipios rurales más pobres del oriente amazónico, junto a las brigadas de médicos cubanos que se desplazan en las mismas zonas”.

El ex oficial húngaro de inteligencia Istvan Belovai, quien sirvió de enlace entre el húngaro-croata Eduardo Rosza Flores, jefe del grupo paramilitar encargado del magnicidio, y la inteligencia norteamericana, falleció el 6 de noviembre, en Denver, Estados Unidos, donde radicaba desde su salida apresurada de su país en 1990.

Las circunstancias de la muerte de Belovai, quien orientaba a los conspiradores, siguen en el misterio.

A mediados de los años 80, el entonces teniente coronel Istvan Belovai (el agente “Escorpión-B”) de los servicios de inteligencia militar de Hungría hizo los titulares por haber filtrado a la CIA los nombres de oficiales norteamericanos que informaban a la inteligencia húngara. En los años 90, Belovai emigró a Estados Unidos y se incorporó a la CIA.

El fallecimiento de Belovai ocurrió justo cuando en Bolivia se revisaba minuciosamente el contenido de una de las computadoras laptops de Rosza Flores. En una carpeta de archivos llamada Bel - Norte, los peritos bolivianos encontraron varios correos electrónicos que Rosza Flores intercambió con el agente Belovai.

DETRÁS DE ACHÁ, EL CUBANOAMERICANO VALLADRES

En esa correspondencia entre el terrorista y el espía de origen húngaro, se hace referencia al representante de la Human Rigths Foundation en Bolivia, Hugo Achá Melgar, quien hoy se halla prófugo en Estados Unidos tras haber sido denunciado por la policía boliviana como uno de los principales financistas de la guerra terrorista que se quiso armar en Bolivia.

Achá Melgar estaba entonces en contacto constante con quien dirigía desde Nueva York las actividades de esta fundación fachada de la CIA, el terrorista cubanoamericano Armando Valladares.

“La relación entre Hugo Achá Melgar y Valladares es directa, pues este abogado se jactaba públicamente de ello —era co-conductor de un programa de televisión muy visto en Santa Cruz, donde solía referirse a Valladares como su "dilecto amigo personal". De hecho a partir del nexo directo entre Achá Melgar y Valladares se produjo la llegada de ‘observadores internacionales’ (agentes anti-castristas) a Santa cruz durante el referéndum de enero 2009 y por lo visto entre esos ‘observadores’ estuvo también Belovai”, explica Wilson García Mérida.

Valladares, el terrorista de origen cubano arrestado en La Habana con Carlos Alberto Montaner en diciembre de 1960 mientras dirigían atentados en las tiendas y cines de la capital, por cuenta de la CIA, manejaba su organización subversiva desde el propio Empire Stae Building, de Nueva York, sin la menor interferencia del FBI. Poco después de los eventos de Santa Cruz, Valladares renunció a la presidencia de esa organización fachada conocida por sus campañas injerencistas contra Bolivia, Ecuador y Venezuela.

Entre octubre y noviembre del 2008, cuando ocurre la citada correspondencia, Rosza Flores “había comenzado a tomar distancia de sus padrinos separatistas de la oligarquía cruceña debido a que éstos se negaron a entregarle los ingentes recursos financieros que exigía para comprar armas de destrucción masiva como misiles y tanques”, y buscó entonces el contacto directo con la CIA y su apoyo financiero a través de Belovai y Valladares.

El objetivo del complot desarticulado el 16 de abril de 2009 en el Hotel Las Américas de Santa Cruz planeaba asesinar al presidente Evo Morales, a su vice Alvaro García Linera y al ministro de Gobierno, Juan Ramón Quintana.

TODOS REFUGIADOS EN EN ESTADOS UNIDOS

Entre los cabecillas del Consejo Supremo que dirigió la conspiración para asesinar a Evo Morales se encontraba un influyente empresario de Santa Cruz, Branko Marinkovic, croata de origen.

Marinkovic se fugó de Bolivia al ser denunciado por la Fiscalía y encontró refugio en territorio de Estados Unidos.

Tras la desarticulación del comando, el gerente del Centro de Arbitraje y Conciliación de Santa Cruz, Alejandro Melgar Pereira, cómplice del complot, huyó de inmediato de Bolivia a Estados Unidos.

También se comprobó que Rosza Flores estuvo en contacto con UnoAmérica, organización fascista de América Latina encabezada por Alejandro Peña Esclusa, que luego apareció al lado de los golpistas hondureños.

Peña Esclusa tiene múltiples vínculos con la mafia cubanoamericana de Miami y dispone en esta ciudad de dos grupos antichavistas afiliados a su organización.
Peña Esclusa fue detenido el 5 de julio último por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), tras un operativo realizado en su residencia de Caracas. Se le decomisó entonces un kilogramo de explosivo C4 y 100 detonadores.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

11/8/10

Notas a 'Mito y realidad' de M. Eliade

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Eliade, Mircea (2003), Mito y realidad, Barcelona, Kairos [1962]



El mito tiene vida en las sociedades, en el sentido de proporcionar modelos a la conducta humana y conferir por eso mismo significación y valor a la existencia.

El mito es una realidad cultural extremadamente compleja que puede abordarse e interpretarse en perspectivas múltiples y complementarias.” (p.13)

El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los ‘comienzos’. Dicho de otro modo, el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los seres sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia, sea ésta la realidad total, el cosmos, o solamente un fragmento: una isla, especie vegetal, un comportamiento humano, una institución. Es, pues, siempre el relato de una ‘creación’: se narra cómo algo ha sido producido, a comenzado a ser. El mito no habla de lo que ha sucedido realmente, de lo que se ha manifestado plenamente.” (pp.13-14)

Los mitos revelan, pues, la actividad creadora y desvelan la sacralidad… en suma, los mitos describen las diversas, y a veces dramáticas, irrupciones de lo sagrado en el mundo.” (p.14)

“…la función principal del mito es revelar los modelos ejemplares de todos los ritos y actividades humanas significativas” (pp.14-15)


se distinguen los mitos de las fábulas o cuentos que son historias falsas.

“… los mitos relatan no sólo el origen del mundo… y del hombre, sino también todos los acontecimientos primordiales a consecuencia de los cuales el hombre ha llegado a ser lo que es hoy, es decir, un ser mortal, sexuado, organizado en sociedad, obligado a trabajar para vivir, y que trabaja según ciertas reglas…y el hombre, tal como es hoy, es el resultado directo de estos acontecimientos míticos, está constituido por estos acontecimientos.” (p.18)

“…así como el hombre moderno se estima constituido por la Historia, el hombre de las sociedades arcaicas se declara como el resultado de cierto número de acontecimientos míticos.” (p.19)

“…conocer el origen de un objeto… equivale a adquirir sobre ellos un poder mágico, gracias al cual se logra dominarlos, multiplicarlos o reproducirlos a voluntad.” (p.22)

“…no basta conocer el mito de origen, hay que recitarlo; se proclama de alguna manera su conocimiento, se muestra. Pero esto no es todo; al recitar o al celebrar el mito de origen, se deja uno impregnar de la atmósfera sagrada en la que se desarrollaron esos acontecimientos milagrosos… Al recitar los mitos se reintegra este tiempo fabuloso y, por consiguiente, se hace uno de alguna manera ‘contemporáneo’ de los acontecimientos evocados, se comparte la presencia de los dioses o de los héroes.” (p.24)

[Según Eliade esto es para las sociedades arcaicas]

Estructura de los mitos: 1) historia de los actos de los seres sobrenaturales; 2) es verdadera y sagrada; 3) refiere a una creación: cuenta cómo algo llega a la existencia; se constituyen en paradigmas de todo acto humano significativo; 4) al conocer el mito se conoce el origen de las cosas: se dominan y manipulan; es el conocimiento que se vive de forma ritual; 5) se vive el mito dominado por potencia sagrada que lo exalta y al rito.

Los mitos de origen son equiparables al mito cosmogónico. Al ser la creación del mundo la creación por excelencia, la cosmogonía pasa a ser el modelo ejemplar para toda especie de creación… Todo mito de origen narra y justifica una ‘situación nueva’ –nueva en el sentido de que no estaba desde el principio del mundo-. Los mitos de origen prolongan y completan el mito cosmogónico: cuentan cómo el mundo ha sido modificado, enriquecido o empobrecido” (p.29)

Hay que contar el origen del remedio, sino no se puede hablar de él.” (p.35)

La cosmogonía constituye el modelo ejemplar de toda situación creadora; todo lo que hace el hombre, repite en cierta manera el ‘hecho’ por excelencia, el gesto arquetípico del dios creador: la creación del mundo.” (p.38)

La idea implícita de esta creencia es que es la primera manifestación de una cosa la que es significativa y válida, y no sus sucesivas epifanías. De un modo parecido, no es lo que han hecho el padre o el abuelo lo que se enseña al niño, sino lo que hicieron por primera vez los antepasados, en los tiempos míticos” (p.40)

Cuando se trata de la función ritual de ciertos mitos de origen…, se tiene la impresión de que su ‘potencia’ les viene, en parte, del hecho de que contienen los rudimentos de una cosmogonía. Esta impresión la confirma el hecho de que, en ciertas culturas…, el mito cosmogónico es no sólo susceptible de tener un valor terapéutico intrínseco, sino que constituye también el modelo ejemplar de toda clase de ‘creación’ y de ‘hacer’. (p.43)

Y, como ya hemos visto y lo veremos aún mejor en lo que sigue, la recuperación del tiempo primordial, que es lo único capaz de asegurar la renovación total del cosmos, de la vida y de la sociedad, se obtiene ante todo por la reactualización del ‘comienzo absoluto’, es decir, la creación del mundo.” (p.43)

Los pueblos arcaicos piensan que el mundo debe ser renovado anualmente y que esta renovación se opera según un modelo: la cosmogonía o mito de origen, que desempeña el papel de un mito cosmogónico.” (p. 48)

Con esto, occidente ha eliminado la elipsis en el tiempo al ver la historia lineal, pero aún así, hay un mito de origen (que es el único origen aceptado) que radica en la Revolución francesa y la ilustración. Es un mito que se mantiene constante y que no necesita renovación porque al requerirla se aceptaría que solamente es un mito: una sacralización de los antepasados y sus actos.

Gracias a la cultura, un universo religioso desacralizado y una mitología desmitificada han formado y nutrido la civilización occidental, la única civilización que ha llegado a convertirse en ejemplar. Y en ello hay algo más que el triunfo del logos frente al mythos. Se trata de la victoria del libro sobre la tradición oral, del documento… sobre una experiencia vivida que no disponía más que de los medios de la expresión preliteraria. Un número considerable de textos escritos y de obras de arte antiguas se han perdido. Pero quedan las suficientes para reconstruir en sus líneas principales la admirable civilización mediterránea.” (p.151)

Los mitos griegos ‘clásicos’ representan ya el triunfo de la obra literaria sobre la creencia religiosa. No disponemos de ningún mito griego transmitido en su contexto cultural. Conocemos los mitos en el estado de ‘documentos’ literarios y artísticos, y no en cuanto fuentes y expresiones, de una experiencia religiosa solidaria de un rito” (p. 152)

Un pueblo desprovisto de esta clase de documentos es tenido como un pueblo sin historia.” (p.154)

Ciertos ‘comportamientos míticos’ perduran aún ante nuestros ojos. No se trata de ‘supervivencias’ de una mentalidad arcaica, sino que ciertos aspectos y funciones del pensamiento mítico son constitutivos del ser humano… Este prestigio del ‘origen’ ha perdurado en las sociedades europeas. Cuando se emprendía una innovación, ésta se concebía o se presentaba como un retorno al origen… En los albores del mundo moderno, el ‘origen’ gozaba de un prestigio casi mágico. Tener un ‘origen’ bien establecido significaba, en definitiva, prevalerse de un noble origen. «¡Nuestro origen está en Roma!», repetían con orgullo los intelectuales rumanos de los siglos xviii y xix. La conciencia de la descendencia latina se acompañaba, en ellos, de una especie de participación mística de la grandeza de Roma.” (p.174)

Se descubrirían comportamientos míticos en la obsesión del ‘éxito’, tan característica de la sociedad moderna, y que traduce el oscuro deseo de trascender los límites de la condición humana…” (p.178)