11/12/09

Monumento en Rosario: 80 Che




Y ahora viene el letargo. Después del vaciamiento de las imágenes, la luz queda tenue e im
posibilitada de calentar, abrigar.






















"Guevara nació en esta ciudad. Es soldado de la humanidad entera, sus id
eas son un estímulo para las nuevas generaciones y una constante exhortación a la conciencia revolucionaria"

Kilómetros caminé para encontrarte. El día había despuntado maravilloso con el sol saliendo del agua. Decidí emprender el trayecto más distante. Y después de
cincuenta cuadras y toda la lluvia del sábado llegué. Lo primero fue tomar aire en esa frontera de esta ciudad rosarina. Tenía un ambiente distinto, provinciano, de hierbas y profundidades. Las avenidas recién pavimentadas todavía mantenían el característico polvillo del cemento sobre ellas. Y no pregunté las direcciones, ni siquiera a los madrugadores kioskeros. Llegué de sopresa a través del descubrimiento. Así eres. Suspendido en el viento como tu naturaleza, rodeado de vegetación urbana, rieles de ferrocarril olvidados, intransitables, y murales piqueteros anaranjados, rojos y negros, con tu rostro y pensamiento desparramado en ellos. Y las piedras, mágicas, desoladas. Objetivo umbral hacia la conciencia revolucionaria.
Naciste en esta ciudad y aquí te sumamos, recordamos. Palabras universales, praxis latinoamericana. Y contigo la Cuba que tanto te dio. Y la rememoranza de Santucho, ambos vivos; tú como paradigma, él como aprendizaje para no pactar con las hipócritas burguesías nacionales. Ambos revolucionarios.


Las marcas de la hechura, de las llaves, recuerdan las mortales heridas de la metralla cipaya del ejército boliviano, encogidos antes el imperialismo. Sangras con tus ojos, sangras de impotencia ante esta nueva generación que gobierna América Latina. Y tus manos sin armas. Vacías. Incongruencia esquelética de la ausencia de una de tus extremidades. Deformación ideológica para representar tu imagen, más cercana al ícono que al revolucionario real.
Es el mismo artista que puso a Camilo en la Plaza de la Revolución en La Habana. ¿Lo habrá representado inofensivo? Cuando vos en Guerra de guerrillas estableciste que lo más importante para el guerrillero es su fusil, para que cuando un compañero cayera, habrá siempre que recuperar su fusil y munición.

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