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Apoyo desde la frontera
¡Sólo la Revolución Socialista vengará a George Floyd!
¡Que arda el palacio del amo esclavista!
¡Movilizar la ira de los oprimidos y la clase obrera organizada contra la dictadura capitalista!
Visiten el sitio de la organización:
https://grupoobrerocomunista.wordpress.com/2020/06/03/solo-la-revolucion-socialista-hara-justicia-para-george-floyd/
2 de junio de 2020.- De costa a
costa las calles de Estados Unidos, el centro hegemónico del
imperialismo y la dictadura del capital en el mundo, se encuentran
desbordadas por la ira de los oprimidos. Cientos de miles se han
levantado en rebelión de manera ininterrumpida tras el asesinato racista
por parte de un grupo de policías del trabajador negro George Floyd en
Minneapolis, Minnesota, el pasado 25 de mayo.
El crimen: la asfixia producida con una
rodilla sobre el cuello de Floyd por casi nueve minutos, mientras los
asesinos en uniforme policíaco se mantenían sobre su cuerpo
inmovilizándolo, indiferentes ante las protestas de los transeúntes que
fueron testigos de los hechos, fue grabado por varias cámaras
telefónicas, las cuales no sirvieron de disuasión alguna a los cínicos
asesinos. Fue un linchamiento público más en contra de un hombre negro.
Este racismo sistémico tiene su origen en la esclavización de los
africanos, quienes fueron convertidos en propiedad privada, y por lo
tanto no terminará hasta que la propiedad privada sea abolida. Nuestra
consigna es ¡Liberación negra mediante la Revolución Socialista!
No debe haber ninguna duda para los oprimidos del mundo que la policía
es el brazo armado de la dictadura del capital y que están acostumbrados
a asesinar con absoluta impunidad. Los amos defienden a sus perros
guardianes a sabiendas de que el “orden” capitalista de injusticia
requiere de extrema violencia para sostenerse, manteniendo a los
explotados en “su lugar” por medio de la amenaza constante de las
cárceles y la muerte por parte de las fuerzas represivas del Estado. Los
policías no son trabajadores pues no producen nada: son nuestros
enemigos. ¡Policías fuera de los sindicatos!
La brutalidad policial se dirige
principalmente en contra de la población negra, siendo solamente el 12%
de la población total de Estados Unidos y más del 26.4% de los
asesinados por estos de 2015 a 2019, según un estudio del periódico The Washington Post
(“Fatal Force”. 1 de junio de 2019). Aunque también tal barbarie se
dirige contra inmigrantes y personas en la pobreza, algo cotidiano en
Estados Unidos.

Los explotadores se quitan la máscara
democrática y buscan desarticular el descontento a través del miedo, el 1
de junio por la tarde, Trump amenazó con un toque de queda nacional
para desplegar al ejército en contra de los manifestantes, invocando la
Ley de Insurrección de 1807, “una ley federal que le permite desplegar
tropas en el territorio estadounidense para reprimir el desorden civil,
la insurrección y la rebelión” (RT. 1 de junio de 2020), y amenaza con
balas y diez años de cárcel a quienes participen en disturbios. Exige a
los gobernadores “dominar” y escalar la violencia represiva aún más.
Para Trump resulta insuficiente lanzar a los policías con tanquetas y
armas, cargas de caballería, y a la Guardia Nacional con sus
ametralladoras, tanques y drones de la Agencia Aduanal y de Protección
Fronteriza, declarando un toque de queda en decenas de ciudades.
Disparando armas de fuego contra manifestantes, como la madrugada del
lunes 1 de junio en Louisville, Kentucky, cuando la policía y Guardia
Nacional asesinaron a tiros a Davic McAtee (“’My son didn’t hurt
nobody’: David McAtee, Louisville business owner, killed by
authorities”. Courier Journal). También disparan balas de goma a
los ojos de los manifestantes y gas pimienta a los periodistas. Incluso
la policía marchó por los barrios disparando a la población para que se
introdujera a sus viviendas (“‘Light ‘em up!’: Police shoot paintballs
at Minneapolis residents standing on their porch”. The Independent.
31 de mayo, 2020). Ya había señalado Lenin que “no hay Estado, incluso
el más democrático, cuya Constitución no ofrezca algún escape o reserva
que permita a la burguesía lanzar las tropas contra los obreros,
declarar el estado de guerra, etc. ‘en caso de alteración del orden’ ─en
realidad, en caso de que la clase explotada ‘altere’ su situación de
esclava e intente hacer algo que no sea propio de esclavos”.

Seguirán saliendo a escupir su demagogia
pía los políticos de la burguesía de todos los colores, de preferencia
Demócratas, el otro partido del racista imperialismo estadounidense, a
condenar al crimen y a colocar la violencia defensiva de los oprimidos
en el mismo plano que la violencia constante que representa el
capitalismo para las grandes mayorías, negando lo que señaló el escritor
Julio Cortázar: “Es necesario darse cuenta de que la violencia-hambre,
la violencia-miseria, la violencia-opresión, la violencia-subdesarrollo,
la violencia-tortura, conducen a la violencia-secuestro, a la
violencia-terrorismo, a la violencia-guerrilla; y que es muy importante
comprender quién pone en práctica la violencia: si son los que provocan
la miseria o los que luchan contra ella…” (Corrección de pruebas).
Los explotadores tienen los medios de
comunicación, las escuelas, el púlpito religioso en sus manos para crear
“opinión pública”, señalando que el problema son un par de policías y
no todo un sistema. Que está “permitido” manifestarse pacíficamente,
poniéndole el pecho a las balas de los asesinos, y condenando a los
oprimidos por algunos vidrios rotos e incendios, pero ante las
manipulaciones y mentiras de la ideología dominante no nos dejaremos
influenciar, como señaló Trotsky: “¡Que eunucos despreciables no vengan a
sostener que el esclavista que por medio de la violencia o la astucia
encadena a un esclavo es el igual, ante la moral, del esclavo que por la
astucia o la violencia rompe sus cadenas!” (Su moral y la nuestra).

Han surgido bandas fuertemente armadas de
supremacistas blancos sin uniforme policíaco en varios estados
amenazando a los manifestantes, mientras dicen defender la propiedad
privada y el “estilo de vida estadounidense”, lo que en clave significa
racismo, explotación e imperialismo. Estos grupos con tintes fascistas o
abiertamente fascistas se encuentran coordinados con las fuerzas
represivas del Estado capitalista y son una amenaza directa a nuestras
vidas. Por ello llamamos a formar grupos de autodefensa armada, como
señalamos en nuestro artículo “Por el derecho a la autodefensa de todos los explotados y oprimidos ¡No al control de armas!”,
Tribuna Obrera No. 4, Mayo-Julio 2018) “En todos lados, la vida de los
explotados y oprimidos es amenazada por las fuerzas represivas del
Estado burgués, por un lado, y por los grupos de ultraderecha por el
otro, por lo que señalamos la urgencia de que la clase obrera organice
grupos de autodefensa, lo que sería el núcleo de un futuro Ejército
Rojo, dirigido por su partido leninista, y citando a Trotsky:
Las bandas fascistas sólo pueden ser contrarrestadas victoriosamente por los destacamentos de obreros armados que sienten tras de sí el apoyo de millones de trabajadores. […] En todas partes donde sea posible, empezando por las organizaciones juveniles, es preciso constituir prácticamente milicias de autodefensa, adiestrándolas en el manejo de las armas. […] El armamento del proletariado es un factor integrante indispensable de su lucha emancipadora.

La clave de la victoria de los explotados
y oprimidos se encuentra también en el internacionalismo proletario, su
germen lo hemos visto en las muestras solidarias que se han dado en
diversos países como Italia, Dinamarca, Alemania y muchos más
(“Thousands around the world protest George Floyd’s death in global
display of solidarity”. CNN. 1 de junio de 2020). Porque los
proletarios y oprimidos de todos los países deben unirse en la
revolución internacional y en el establecimiento del Socialismo mundial
expropiando a los expropiadores, los banqueros e industriales del mundo,
colocando los medios de producción y distribución en las manos de las
grandes mayorías, para crear una sociedad finalmente en armonía, sin
opresión. Por ello los invitamos a unirse a forjar con nosotros el
partido que sirva, en palabras de Trotsky, de “dirección revolucionaria
que esté a la altura de sus tareas históricas” para la insurrección y la
toma del poder. ¡Únete al Grupo Obrero Comunista!
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