29/5/12

Anticapitalistas en Cherán, la semilla de la revuelta

Se socializa la información publicada por los compañeros de la JRA: 


Repartan la experiencia de Cherán como una semilla: comuneras a participantes del Encuentro Nacional de resistencias autónomas anticapitalistas.

Termina el cónclave con festiva marcha de habitantes y asistentes al encuentro.


Asistentes al Encuentro Nacional de Resistencias Autónomas Anticpaitalistas observan el campamento de cientos de asistentes

27 de mayo de 2012. Comunidad de Cherán K´eri. Michoacán. ¡No están solos! Coreaban intensamente cientos de asistentes al Encuentro Nacional de Resistencias Autónomas Anticapitalistas la mañana de este domingo cuando se encontraron en las calles de Cherán con el contingente de habitantes de dicho pueblo, que -ataviados a la manera de carnaval autóctono y bailando alegremente- convergieron en marcha con dirección al zócalo de este pueblo. El Consejo Mayor de Cherán âórgano del autogobierno sin partidos políticos- clausuró los trabajos de cuatro días que se desarrollaron en el rodeo del pueblo donde se realizaron cerca de cuarenta talleres y conferencias, una veintena de actividades culturales y mesas de discusión.

âEsta es su casa, pueden venir cuando gusten, en otros eventos, esta es su comunidadâ, dijo a los asistentes, Alicia, vecina del barrio tercero de Cherán e integrante de la comisión de diálogo de ese pueblo quien provocó una ovación con su intervención en defensa del derecho a la libre autodeterminación de los pueblos originarios en un foro realizado dentro de las actividades del encuentro. En una intervención a varias voces, comuneros, integrantes de las rondas comunitarias âcuerpo de seguridad integrado de manera rotativa por los propios habitantes- e integrantes de una compleja estructura de autogobierno explicaron a los asistentes la experiencia del pueblo de Cherán.
En dicho foro, los purépecha compartieron el micrófono con los campesinos de San Salvador Atenco y los integrantes de la Red de Resistencias Autónomas Anticapitalistas así como con el antropólogo Gilberto López y Rivas. Este último subrayó que es la capacidad de autotransformación del sujeto autonómico lo que es la esencia de la potencia de emancipación de las autonomías, haciendo referencia a los cambios vividos desde abajo en Cherán, en la policía comunitaria o en las comunidades zapatistas. El también integrante del grupo de académicos âPaz con democraciaâ se cuestionó: âcuando nos preguntan ¿tienen futuro las autonomías?, respondemos: ¿tiene futuro el planeta sin las autonomías?. Por otro lado, enfatizó la necesidad de proteger las autonomías, âpor estar en la miraâ debido a ser âun peligro para el capitalismoâ.


Foro central del encuentro con la experiencia de Cherán como exposición junto a las de San Salvador Atenco y la Red de Resistencias Autónomas Anticapitalistas

El encuentro, convocado por la Red de Resistencias Autónomas Anticapitalistas que agrupa a 16 movimientos, y colectivos logró reunir a más de 150 organizaciones que discutieron durante cuatro días y compartieron en numerosas actividades saberes, técnicas y opiniones. Los asistentes, que acamparon a un costado de las estructuras del rodeo del pueblo hicieron posible la convivencia organizándose en pequeños núcleos de 15 a 20 campamentistas que denominaron âfogatasâ en alusión a las barricadas que mantuvieron la seguridad por varios meses en la propia comunidad de Cherán. Los campamentistas, que llegaron al encuentro desde varios puntos del país y del mundo compartieron entonces las tareas de seguridad, limpieza y elaboración de alimentos, esta última cuyo esfuerzo principal fue de los habitantes del pueblo de Cherán.

Durante la clausura, la Red de Resistencias Autónomas Anticapitalistas propuso a los asistentes âa todas y todos los asistentes, de manera respetuosa que si así lo desean -y después de discutirlo- mantengan algún nivel de coordinación con esta red de resistencias autónomas anticapitalistasâ. La convergencia de organizaciones propuso también realizar una jornada nacional de solidaridad con el pueblo de Cherán, âen todas nuestras escuelas, en todos nuestras ciudades y estados, en todas nuestras comunidades, en todos nuestros espacios, en todos nuestros barrios y comunidades podamos reproducir la voz de Cherán, esa que grita dignidad y autonomíaâ.

Los asistentes al encuentro, por consenso, se pronunciaron a favor de la libertad de los presos políticos Alberto Patishtan y Francisco Santiz López; exigieron también justicia para el municipio Autónomo de San Juan Copala así como repudiaron el desalojo de la ocupación realizada por la agrupación Altépetl en Ciudad de México, además de reiterar su apoyo al proceso de autogobierno en Cherán.

En su documento de clausura la Red de Resistencias Autónomas Anticapitalistas cerró los cuatro días de trabajo diciendo âHemos llegado al final de este Encuentro Nacional de Resistencias Autónomas Anticapitalistas. Sin embargo la lucha sigue. La lucha por dignidad y autonomía sigue. La resistencia a los señores del poder y del dinero continúa. La construcción de autonomías y libertad permanece. Este encuentro es sólo un momento, una parada, unos días para encontrar y encontrarnos en la otra, en el otro y saber que somos muchos los que con nuestras manos y nuestros sueños no estamos esperando al cambio mañana sino que día a día tratamos de construir un mundo otroâ.


Movilizaciones al centro de Cherán por los asistentes y habitantes del pueblo





Aspecto de charlas y talleres autogestionadas por los propios participantes




Aspectos de las actividads culturales organizadas por la comunidad y el comité convocante





VER MAS SOBRE EL ENCUENTRO EN:






libertad! autonomía! autogestión! horizontalidad!
 jóvenes en resistencia alternativa
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tel. 57 001 911
ciudad de méxico

18/5/12

De perritos y contornos

Ciertos días en la ciudad de México son abrumadores, pero otros están marcados por la delicadeza de una tecla de piano. Hoy tuve oportunidad de caminar entre las calles repletas de gente y de animalitos. Son los contornos los que más llaman mi atención, como aquel que imprime la luz del sol antes del mediodía sobre un ventanal cubierto de madera en una casa vieja: permite mirar cómo la luminosidad va tomando el espacio interior, empieza por el suelo más próximo al balcón, continúa por las patas de la antigua cama cubierta por una cobija serrana hasta llegar a coptar la totalidad de la habitación. Es movimiento milimétrico que brinda continuidad a la actividad que realizamos nosotros, los actores de esta finita escena mortal.

En la casa vieja que pude observar desde lo alto de un puente peatonal había una mascota, un pequeño perrito de colores grisáceos que descansaba en la nombrada cama. Dormitaba pasivo su sueño con los ojos entrecerrados; seguro de su ambiente (al parecer la dueña se encontraba en casa), no permitía que nosotros los peatones interrumpiéramos sus deseos en blanco y negro, materializados en un plato de croquetas o tal vez restos de comida con tortilla. No faltaba mucho para que se levantara a inquietar a la dueña, quien en esos momentos se encontraría tejiendo una hamaca o barnizando una silla para venderla la próxima semana en el tianguis de Chapultepec.

Así, el perrito despertaría con el olfato inquieto, lleno de olores provenientes de las calles, no dudo que haya alcanzado a percibir mi aroma, extraño y pasajero como la misma sombra de la oscuridad que ya no estaba ahí. Continuaría olfateando el resto de la habitación hasta encontrar las piernas de su dueña, daría unos pequeños saltos y tal vez esgrimido ladridos, delicados para no atormentar a su fuente de alimento pero sí audibles en la búsqueda de reconocimiento para que ella se levantara y caminara hacia donde se encuentra la correa. Dicho acto es la finalidad de la relación: ¡ahora no aguanta para ir al baño! ¡tiene que salir a pasear! La correa simboliza la decisión positiva de acudir a descargarse, y el perrito ahora sabe que la dueña está en su misma sintonía.

A unos minutos del mediodía las escaleras de la vieja casa se escucharían crujir, primero pesadamente porque es la dueña que desciende, y luego con múltiples sonidos agudos e intermitentes, retardados porque el perrito se habría quedado detrás olfateando la parte inferior de la puerta frontal del segundo piso en la búsqueda del aroma de su vieja compañera, la cachorra del 202. No tardo, el perrito al ver a su dueña siete escalones más abajo que él, hubiera descendido rápidamente hasta alcanzarla y rebasarla ansioso por ser el primero en llegar a la puerta principal. Y una vez que ambos estuvieran frente a la puerta, ésta sería abierta para salir a la actividad callejera, donde posiblemente yo ya me encontraría dos o tres cuadras alejado, rumbo a mi destino.

Como sabemos, escenas como esta se dan todos los días, sin ellas, la sinfonía de esta realidad sería absurda y poco elocuente. Y la mayoría provienen de ese movimiento milimétrico de los contornos del que prácticamente somos insensibles debido a la cotidianeidad.

11/5/12

Eduardo Galeano recuerda a Darcy Ribeiro

El genial brasileiro (antropólogo, pedagogo, sociólogo, político, literato... y demás actividades que realizó en su vida) Darcy Ribeiro, es recordado por otro genial latinoamericano, Eduardo Galeano, en unas enriquecedoras páginas biográficas, llenas de solidaridad de lucha y hermandad en el exilio: 

..

"MÁS FUERTE QUE CUALQUIER TRISTEZA O DICTADURA"

"En Montevideo, en los primeros tiempos del exilio, Darcy Ribeiro tenía un papagayo que se le paraba en el hombro y le arrancaba pelitos del pecho. El papagayo dormía en el balcon. En la costa montevideana son bravos los vientos. Una mañana el papagayo amaneció ahogado en la piscina de Trouville.
      "Cuando volví a encontrarlo, en Río, Darcy no tenía ningún papagayo. Pero me recibió saltando y con brasas en los ojos; me llamó, como siempre, "mulato ideológico"; me preguntó por mis trabajos y mis dias y me contó, sin quejas, la historia de sus andares de país en país. Me habló del Brasil, me dijo que una república volkswagen no es esencialmente distinta de una república bananera, y en pocos minutos me hizo un análisis completo de la crisis estructural argentina y me explicó las causas de la tragedia de Chile y me dijo qué era lo que se podía hacer en Uruguay.
      "Yo escuchaba, encantado, sus teorías audaces y sus definiciones brillantes. Darcy tiene un cerebro que se le parece, no está nunca quieto, y vale la pena conocer esa inteligencia despabilada incluso cuando se equivoca o cuando se le da por perseguir la verdad a tiros de disparates.
      "Por algo no pueden soportarlo los que han hecho del marxismo un catecismo ni los sociólogos especializados en aburrir al prójimo.
      "Entonces le pregunté por el cáncer.  
      "Darcy se sacó la camisa y me mostró la cicatriz. Tenía un tajo horrible, en forma de L, que le abarcaba la espalda.
      "-Mirá -me dijo, riendo-. Soy un resto de tiburón.  
      "Había querido que lo operaran en el Brasil. Los militares le dieron permiso para morir en su país. Lo estaban esperando; lo llevaron del aeropuerto al hospital. A Darcy le quedaba poco aliento. Con sus últimas fuerzas, les tocaba el culo a las enfermeras. Le sacaron un pulmón y siguió vivo. El gobierno se sintió estafado. 
      "Aquella noche, en Río, eran las vísperas de la partida hacia Lima. Darcy se rió todo el tiempo, pero me confesó que lo jodía la idea de no volver a fumar.
      "-Es grave, ¿no? Yo, que fumaba cinco paquetes.  
      "-Sabés lo que descubrí? -me dijo-. Que en realidad uno hace todas las cosas por el placer de fumar. ¿Para qué se mete uno en el mar? ¿Para qué charla uno con los amigos? ¿Para qué lee uno? ¿Para qué escribe? ¿Para qué hace uno el amor?
      "-El goce está en el cigarrillo -decía-. La ceremonia es esa.
      "Y se reía."

Eduardo Galeano (1983), Días y noches de amor y de guerra, ERA, México, pp. 77-78



9/5/12

Hablando de elecciones y de centros en México

El centro pensamiento subdesarrollado

El sistema político occidental funcional al capitalismo, sí, nos referimos a la democracia, ha orillado durante el último cuarto de siglo en México a la ignorancia, la violencia y la desorganización de los hombres y mujeres trabajadorxs del país. Los más de 60 mil muertos y millones en pobreza alimentaria denotan el subdesarrollo salvaje al que se nos ha empujado a costa de las multimillonarias ganancias del narcotráfico y las privatizaciones de los sectores productivos. Del lado opuesto a la marginación, tenemos a los grandes 'jefes' vencedores de los últimos veinticinco años: aquellos millonarios que aparecen en revistas, legitimados por sus legiones de burócratas, jueces y legalistas. 

Pero 2012 es un año trascendental para el des-equilibrio futuro de esta ecuasión desproporcional. En palabras de Guillermo Almeyra: "(...) lo que está en juego no es meramente una elección sino la creación de una nueva relación de fuerzas entre las clases" (La Jornada, 18-12-2011). En este contexto crítico de lucha entre la correlación de fuerzas sociales (en la que se pensaría que la radicalidad brindaría mayores frutos), la estrategia esgrimida por cada uno de los partidos políticos burgueses es encasillarse bajo el 'centro' con el objetivo de atraer electorado. ¿Y entonces -se preguntan lxs lectores-, se equivoca Almeyra en pensar la importancia de este año, y la posición mediocre de centristas es la correcta? Antes que nada tenemos que preguntarnos: ¿por qué el centro? La posición centrista demarca un estilo de pensamiento social. No hablar del PRI, pero que el PAN quiera aparecer como centro-derecha y el PRD como centro-izquierda no son azares de los vaivenes políticos, sino tácticas de gatopardismo (hacer pasar algo que no es por lo que se quiere aparentar). Así, no queda más que recordar una frase de Lenin en su El Estado y la revolución: "(...) con esa sinceridad inimitable de la gente de 'buena sociedad' en la que 'todos' ejercen la prostitución política".

Para esclarecer un poco la visión

Leer, escuchar o mirar los medios de des-información masiva no nos ayuda un ápice. Al contrario, debemos apelar a nuestro pensamiento crítico; con él aplaudimos el consejo que Lenin dio a Máximo Gorki en 1919: "¡Ay, ay, perecerá usted si no escapa de ese ambiente de intelectuales burgueses! ¡Le deseo de todo corazón que escape lo antes posible!". 

Por ello, para esclarecer los posicionamientos políticos actuales, preferimos acudir (a falta de un mes para conmemorarse dos años de su muerte) a un verdadero pensador práctico-político de nuestra sociedad: al filósofo méxico-ecuatoriano, Bolívar Echeverría. En una pequeña intervención de 2006, Echeverría (1) afirma que los posicionamientos izquierda-centro-derecha son una herencia de la Ilustración europea, que pueden ser brevemente definidos como:

    - Derecha: la posición que se niega a reconocer la tendencia natural de las instituciones sociales al progreso; por eso, defiende la forma tradicional de éstas -amenazadas por los cambios- con la idea de que son "civilizadas".

     - Centro: es la posición que cree que con las conquistas alcanzadas por la liberación de la economía es suficiente.

     - Izquierda: es la posición que favorece la inclinación natural de las instituciones sociales al perfeccionamiento; adecuarse a una vida que garantice la libertad, la igualdad y la fraternidad. [Aquí hace una distinción con una izquierda más radicalizada, en la cual los tres principios fundantes sean "para todos los seres humanos"; asimismo, la izquierda radical persigue la socialización de la propiedad].

Considero que justificar por qué los tres partidos burgueses mexicanos se identifican a sí mismos (a través de sus actos, no sus palabras) con el centro, es una tarea harto estéril. Es más interesante identificar cómo el partido que se considera de "izquierda" (a través de sus palabras, no sus actos), en realidad no lo es.

Echeverría nos da la clave: argumenta que la izquierda, vista como una tendencia de la actividad política, se carateriza por las actuaciones políticas que lleva a cabo, y no por el aparato organizativo del grupo que la busca representar; es decir que: "Un partido político no puede ser de izquierda, sólo puede estar en ella, mientras su actividad política coincide con esa tendencia" (2010:180). Es claro que lo que Echeverría afirma es que un partido político se define a través de los actos, de su actividad política concreta en la sociedad en que se desenvuelve. ¿Y cuáles son esos actos que un partido que se denomina como 'de izquierda' realiza cuando decanta, realmente, en la izquierda? Echeverría no escatima para puntualizarlos:

    a) Logra que la 'mano invisible del mercado' no se someta a las necesidades de la acumulación del capital, que son, necesariamente, ajenas a la necesidad y voluntad social (de la mayoría) porque solamente favorecen a una clase: los propietarios de los medios de producción.

   b) Radicaliza el liberalismo económico a través de: primero, la prohibición de los monopolios privados sobre los medios de producción de interés social (tierra, agua, energéticos, comunicación, etc.); y segundo, garantiza el patrimonio comunitario mediante el aseguramiento social contra la miseria y el desempleo.

    c) Garantiza que la política de las clases trabajadoras se convierta en la política de la 'república'; organización libre y autónoma realizada por los miembros de la comunidad. Se convierte en una corriente supra-partidista dentro del escenario de la política democrática.

Ahora sí contamos con las herramientas para evaluar las acciones tomadas por los partidos políticos burgueses mexicanos. Entendemos ahora el por qué de la estrategia centralista adoptada por la triada partidista para poder continuar ejerciendo la "prostitución política" como ley. Han elegido la estrategía de la comodidad para no verse demandados por el pueblo trabajador a cumplir, con acciones (revolucionarias o no), lo que prometen (u omiten) con las palabras.

La lógica elemental para las elecciones

Se ha convertido en un elemento del sentido común, al pensar las elecciones en México, optar por el llamado "mal menor", es decir, elegir al gobernante que nos es menos repugnante: por ejemplo, votar por López Obrador para que Peña Nieto y el PRI no regresen a gobernar. No obstante, ¿siquiera es esa una posición política? Al optar por el "mal menor" se olvida la visión universal (de que la política es un reflejo de las relaciones económicas mundiales) ya que se toma como premisa que las únicas opciones que tenemos para elegir son las presentes, impidiendo una estrategia de lucha alternativa e independiente como clase social unida. Es una posición regresiva (o conservadora) que elimina las expectativas hacia la formación de una alternativa verdaderamente trabajadora. León Trotsky, en su En defensa del marxismo ejemplifica de la siguiente forma: "Si alguien prende fuego, o ayuda a prender fuego a una casa, y luego salva a cinco de sus diez ocupantes para convertirlos en sus propios semi-esclavos, se produce un 'mal menor' que si se hubiesen quemado los diez. Pero no está claro que este pirómano merezca una medalla por el rescate. Y si se la dieran, debería tirarla inmediatamente, como el héroe de una novela de Víctor Hugo" (1937, marxists.org).

Para las elecciones de 2012, la abrumadora posición de la "izquierda" mexicana (encabezada por Morena y reproducida por fracciones del SME, del STUNAM y del CNTE) se resume en la siguiente consigna: "¡ni un voto al PRIAN!". El pasado 1° de Mayo fue la consigna que más se escuchó en la plaza del Zócalo. No obstante, ningún partido (por más promesas electorales que hagan) detendrá la entrega de PEMEX a extranjeros, o dejará de criminalizar la protesta de obreros, campesinos y estudiantes, como acabamos de observar en Michoacán.

Por otra parte, es claro que en 2006 la estrategia "independiente" promovida por la pseudo-izquierda para "abstenerse" de votar favoreció (sumada al fraude electoral) al PAN, ya que no existía una alternativa organizada para elegir. Esta estrategia provocó desorganización al generar pasividad entre los mexicanos y permitir que el candidato más reaccionario arribara a la presidencia. Ahora, seis años después, optar por el abstencionismo traerá más de lo mismo.

¿Entonces qué -se preguntan los lectorxs-? ¿sí votamos por AMLO? Es congruente la posición que Guillermo Almeyra toma al afirmar que: "Sólo los que ignoran la historia creen que los movimientos dependen ciegamente de sus líderes. Quienes creen en AMLO no son forzosamente la réplica de éste. López Obrador gobernó la ciudad de México autoritaria y arbitrariamente y favoreció a los sectores empresariales" (La Jornada, 18-12-2011). Ante ello, Almeyra opta por la organización de base de los trabajadores. Quien decida votar por López Obrador tendrá que hacer de su vida diaria el escenario de la política nacional: como trabajadores organizarnos, criticar y luchar para que el movimiento de masas que apoya a este candidato se amplíe y pluralice; eliminar el charrismo y las tribus burocratizadas al mantener nuestra independencia política. Pero es desde el movimiento de masas desde donde se superan las contradicciones con una dirigencia obsoleta.

En otro sentido, una minoría de izquierda (pero más coherente con una estrategía amplia, internacionalista) propugna por la 'anulación' del voto. Bajo la consigna de "¡Anulemos nuestro voto!" (2012, ltscc.org.mx) buscan recuperar la memoria histórica del actuar del PRD como enemigo de la clase trabajadora y, en cambio, defender las conquistas de los trabajadores que han sido nulificadas por el neoliberalismo. Quien no acepte que las relaciones sociales bajo el régimen neoliberal impuesto a partir de 1994 se han modificado y deteriorado, no sabe dónde está parado. El PRD es, también, origen y producto de estas relaciones, es una causa de ellas como partido orgánico del sistema político democrático burgués. La degeneración de la izquierda mexicana es su magna obra.

Así, la LTS convoca a: "anular la boleta electoral el día de las elecciones escribiendo en ella las consignas de: 'alto a la militarización', 'alto al feminicidio', 'libertad a los presos políticos', 'no al pago de la deuda externa', 'que la crisis la paguen los capitalistas'" (ltscc.org.mx).

El posicionamiento hacia la 'anulación' del voto apunta a recordar que el PRD es una fracción más del capitalismo "bueno" (falacia entre las falacias), ejemplificado en la "república amorosa" de AMLO, en donde se cree que el sistema económico puede modificarse en caso que administradores con buenos propósitos lleguen al gobierno. Por lo tanto, el PRD (y sus allegados) son solamente una parte más de la clase patronal nacionalista que con argumentos moralistas buscan ganar votos, como su "política austera y no corrupta". Quien tenga un ápice de conocimiento histórico (como bien dice Almeyra, quien me merece la mayor admiración como militante congruente y coherente con el movimiento internacionalista) sabrá que la corrupción -tendiente a la concentración- es la marca generacional del sistema de reproducción del capital. Y, por todo esto, votar por el PRD será legitimizar el sistema mismo.

Así, los trabajadores tenemos decisiones que tomar. Decisiones estratégicas que se signifiquen en una organización independiente de los partidos democráticos burgueses, con un programa de libertad y solidaridad entre la clase trabajadora y campesina. Si los partidos han optado por la estrategia del cómodo (y funcional al sistema) centralismo, la clase trabajadora no puede (y no debe) hacerles segunda a través de la falta estratégica del 'mal menor'. Y quién mejor que un compañero centroamericano para situarnos sobre nuestros pies para retomar la bandera socialista y dejar atrás el centro pensamiento subdesarrollado; un poema de Roque Dalton:

TOMAR EL PODER (Y EL LENINISMO) POR LAS HOJAS

Tú dices:
'El problema del poder es que hay que tomarlo'.

El aventurero dice:
'Entonces no hay problema'.

El anarquista:
'¡Qué tomar el poder ni tomar el poder! De lo que se trata es de destruir el poder, todo el poder...'.

El derechista que no osa decir su nombre:
'¿Como dice? ¿Qué es lo que hay que tomar? ¿El problema o el poder? El sentido de la frase no es claro...'.

El burócrata del subdesarrollo:
'Esa es una reflexión antipartido y revela apresuramiento pequeño-burgués. Es necesario comprender que por ahora basta con lo que tiene nuestro Partido, visión elaborada, por cierto, arduamente, a través de casi cincuenta años: una perspectiva de poder'.

El contacto más constante que ellos tienen con el leninismo es su acuerdo en el sentido de que tú no eres leninista.

En: Roque Dalton (1973), Un libro rojo para Lenin; versión tomada de 2010, Ocean Sur, México, p.50

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(1) Bolívar Echeverría (2010),  "¿Dónde queda la 'izquierda'?", en Modernidad y blanquitud, ERA, México, pp. 177-181.

8/5/12

La locura de Felipe Delgado


La bodega

La Paz, Bolivia, mediados de 1931. A unas cuadras del centro, en un callejón perdido en la noche de los aparapitas, de nombre Pucarani, se abren las puertas de una bodega en cuya entrada se puede leer: "El purgatorio". Un hombre, no mayor de 30 años y con el saco rasgado, entra en ella y pide al tendero les sirva dos medidas de aguardiente a todos los presentes. El tendero, de nombre Corsino Ordóñez, sirve el aguardiente de una vieja barrica a sus espaldas; la primera ronda de tragos, vaciada de forma inmediata por los parroquianos, demanda la segunda. Las bebidas continuarán fluyendo por horas, y la noche cae con el Illimani como testigo.

El hombre que vimos entrar en la bodega paceña es Felipe Delgado, protagonista de la novela homónima del genial escritor boliviano Jaime Sáenz. Escrita en 1979 (Felipe Delgado, Editorial Difusion, La Paz), prefigura el final de una época de la novelística boliviana inmersa en los cuestionamientos del existencialismo. La anécdota se resume en lo siguiente: un hombre, incapaz de mostrar luto ante la muerte de su padre, se ve atraído por la oscuridad de la ciudad, a la cual entrega su vida material hasta quedar en harapos y mimetizarse con ella a través del alcohol. Su búsqueda, a partir de ese momento, se convertirá en la búsqueda de la inmovilidad, de la muerte.
 
Felipe Delgado es dual, en todo momento son dos: el presente y el otro, fuera del tiempo. En primer lugar está el presente, el de las sensaciones, el que es; el que acude a la bodega a beber aguardiente y amanecer en las calles; el que se enamora de la esposa de un burgués adorador de muñecas; el que tira su fortuna en empresas ajenas; el que se encuentra al segundo Felipe Delgado, siempre entre sombras de las noches en las calles de La Paz. Y este segundo es la abstracción ontológica del tiempo; el que trasciende lo inmediato y, desde la muerte inmóvil (porque el tiempo no existe), lo complementa y determina; es la contradicción.

Es el primer Felipe Delgado quien invoca al segundo en una conversación con Nicolás Estefanic, antigua amistad de su padre, Virgilio Delgado:

      "- (...) Yo digo: la vida es una cosa lejana, es una aparición. Es como una melodía olvidada, créame. La vida, una melodía que no volverá a escucharse sino más allá de la vida. Uno tendría que nacer de nuevo para encontrar una cosa que sea como la vida y que sólo se parezca a ella misma y no a una melodía. La verdadera vida dura un instante; el resto de los instantes, el resto de los años uno vive perplejo, con la boca abierta. Quiero decir que la vida, si no es muy poca cosa, deberá ser algo terriblemente abrumador; quiero decir que la vida no es, en ningún caso, un transcurrir de cierto número de años. Si uno ha percibido el paso de aquel instante definitivo, estará a salvo del embrutecimiento. Quiero decir: a salvo de la vida. Por ese instante que nos revela la razón de vivir, sólo por ese instante vale la vida.
      "- ¡El desenfreno de la imaginación conduce al ridículo, como conduce a la locura el exceso de alcohol! -exclamó Estefanic con repentina severidad-. (...) A mí me parece que tú andas equivocado, y muy equivocado, Felipe; yo respeto la nobleza de tu alma, pero no siempre tus palabras están a la altura de la vida. Y eso que tus sufrimientos han sido muy grandes, permíteme que te lo diga, puesto que conoces como pocos el dolor.
      "- Yo pago caro por lo que soy y por lo que hago, don Nicolás. Yo pago caro, y Dios lo sabe -dijo al cabo con humildad-. Hay dos formas de vivir, créame -prosiguió diciendo ahora-. Unos viven la vida y otros mueren la vida, si me permite usted la expresión. A mí no me interesa vivir. Lo que sí me interesa es la vida; yo no vivo para vivir. Yo miro la vida, mientras vivo, y la vida me mira a mí. Para eso vivo, no para vivir."

Para mirar la vida, para llevar a cabo el trayecto de la vida, el Delgado primero, el que es, elige la bodega (y el alcohol) como centro neural de atracción. La bodega, con eso, se vincula con Delgado en el aspecto material: cuando éste deje de existir la bodega lo hará con él. Pero el segundo Delgado no deja de existir (ni la bodega, en su sentido abstracto, en el imaginario de los concurrentes como Peña y Lillo) con el cese de la existencia de las actividades del primero, por el contrario, una vez que el primer Delgado desaparece para siempre en la noche de los aparapitas: el segundo se universaliza y se "está aquí", como afirma concluyente el brujo Oblitas durante la última escena de la novela.



La locura y el sentido universal

En Felipe Delgado se reúnen tres ejes que modifican la metafísica de su actuar: el vicio, la superstición y la enfermedad. Los tres elementos que lo convierten en un loco. El loco, según la razón positiva, es aquel que realiza actos cuya finalidad no se encuentra en sintonía con la realidad; es aquel que encuentra motivación en los pensamientos y acciones marginadas, perdidas en la corriente tempestuosa del saber. 

En la locura encontramos el vínculo entre la narrativa de Sáenz con la del argentino Roberto Arlt. Sus personajes más connotados: Delgado, para el primero, y Erdosain, para el segundo, comparten el perfil psicológico de la locura. No es coincidencia que la narración de Sáenz transcurra en 1931, año en que se edita la primera edición de Los lanzallamas de Arlt. 

Ambos personajes son atormentados por el transcurrir de la vida cotidiana, son críticos de la ceguera con que se atraviesa el trayecto material de una existencia destinada a actos superiores. Asimismo, ambos se encuentran rodeados por personajes espirituales-radicales: a Erdosain lo motiva el Astrólogo, que es la mente organizadora anarquista capaz de preveer actos y delinear estratégias, de inspirar a la conspiración; y a Delgado lo mueve el señor Oblitas, brujo (o médico, o charlatán) que con su teoría de 'la maldición' le brinda coherencia histórica al estilo de vida adoptado por aquél. Por último, ambos protagonistas se dicen inventores: ya sea Erdosain y su 'Fábrica de fosgeno' para realizar actos anarquistas y gasear a Buenos Aires entera; o Delgado y su 'Termopín', una sustancia que permite, con tan sólo un miligramo, ebullir una tonelada de agua (a nivel del mar). ¿Cuál es la utilidad del 'Termopín'?, Delgado se confiesa:

      "(...) Pienso valerme de estas mis fórmulas y entrar en acción para instaurar un gobierno mundial bajo la dictadura de un boliviano. Y reservándome la Oceanía, dicho continente pasará a mis manos para instaurar allí un mundo aparte." O también: "(...) Que la India, por conducto de los acólitos de Mahatma Gandhi, proceda a bloquear las Islas Británicas, haciendo hervir los mares que las rodean y, después de ocupar el territorio inglés, se dé a la tarea de doblegar sistemáticamente el estúpido orgullo de sus habitantes. Como única retribución, pediré el título de doctor honoris causa de la universidad de Calcuta."

¿Locura o sentido universal? El contexto en que se desarrolla la narración (es decir, el de la opresión de las urbes sobre su habitantes incapacez de manejar el avance de la tecnología), pondría a más de uno del lado de Delgado, o incluso de Erdosain.

Es el sentido universal el que surge de entre los restos abandonados de la locura de Delgado. El sentido universal inconsciente. Sin saberlo, el loco bohemio se acerca a descifrar el funcionamiento del mundo, explicación absolutamente ajena a la razón lógica de sus iguales. Desde las calles es capaz de observar la particularidad de cada hombre y compararla con la universalidad del universo; así, llega a comprender lo irremediablemente pequeña que representa una vida humana en la historia de la Tierra, pero también conoce que solamente a través de la unión entre esas particularidades es como llega a tener trascendencia la existencia material en la sociedad. 

La búsqueda equivocada de los otros (la propiedad privada) se contrapone con el amor universal; por ello su vida pertenece al mundo y no a él, la muerte deja de ser trágica, la vida lo es:

     "Ahora yo declaro haber buscado toda la vida a quien amo. Mi búsqueda ha sido infructuosa, todos lo saben. Y tuvo su punto de partida en un sentimiento universal, o sea, el amor a la patria. No sé si ustedes entienden, nunca lo sabré. El amor a la patria me ayudó durante toda mi vida en la búsqueda. Pero seguramente cometí algún error. Y en tal caso, tendré que encontrar el error para proseguir la búsqueda. El amor es una tarea, la patria una obra. Para encontrar a quien uno ama, primeramente habrá que desentrañar esa obra inconmensurable que se llama patria. La patria es de la más grande significación para el encuentro de quien uno ama, digo yo. Pero nunca, sino cuando ya es demasiado tarde, se llega a saber que quien uno ama no se halla en la patria particular, pero sí en la patria universal. Y es en aquella patria particular donde uno busca y no encuentra. (...) Yo declaro que por no haber encontrado a quien amo, por eso precisamente, vive y vivirá quien amo; y por idéntica razón vivo yo. De haber encontrado a quien amo, ya habrían muerto mis ojos, se habría borrado de mi alma el amor, y se habría adueñado de mí un sentimiento particular, individual y cambiante; a eso habría tenido que llamar amor. (...) Se llama patria el punto de partida del ansia de amar; patria se llama la primera luz con que viste alumbrarse una antigua repisa en la que descifrabas los enigmas de la primera luz en los ojos de tu madre."

Pero esa búsqueda tiene un precio: requiere un intercambio entre la existencia mundana de lo que se es, por la existencia universal:

      "- La plata es lo de menos -dijo Delgado-. Gracias a Dios no tengo apego por la plata. El conflicto se me plantea en un orden totalmente distinto. Soy un sentimental y por eso mismo el sentimentalismo me revienta. Necesito construir un mundo objetivo que me nutra. Necesito crear mi propia fe, necesito incorporarme en un orden que me corresponda, en función de algo, para algo. De otro modo, el mundo invalidará mi propio mundo. Y en tal caso me veré perdido, puesto que no tengo, lo sé muy bien, la capacidad de gobernar un mundo en su correlación con el mundo, tal como lo exigirían las circunstancias, si es que he de conservar el contacto con la realidad. Estos problemas me tocan; y son de mi directa incumbencia, precisamente porque soy un artista. Para resolverlos, o, cuando menos, para tratar de resolverlos, debo buscar un medio de expresión. Si no lo encuentro, querrá decir que no lo tengo. Y si no lo tengo, tendré que crearlo. En uno u otro caso, mi vida ha de tener un sentido. Acaricio la idea de fundar un partido político, fanáticamente nacionalista. Son cosas que se pagan caras, lo sé. Y si todo tiene su precio, habrá que pagarlo, sin la menor vacilación. Por eso es que me infunde espanto el camino que me queda por recorrer, no me avergüenza decirlo. Y es que yo quiero ser siempre lo que soy, a costa de lo que sea. Ningún poder humano podrá apartarme de este principio. Seré siempre lo que soy, contra  viento y marea, y jamás me arrepentiré. Es éste mi único principio, mi única moral; el punto de partida soy yo. No pretendo nada, ni tengo planes para el porvenir. La figuración, los honores, la salud, el bienestar, la riqueza, el afán mundano, son cosas que me infunden asco. Amo mi tierra. Quiero ser como mi tierra. Quiero estar a la altura de ella. Unicamente pretendo ser lo que soy; nada más.
        "- Admirable -dijo Estefanic-. Tú lo sabes. Pero cuidado: tienes grandes aptitudes para caer al abismo.
        "- No sé -declaró Delgado-. Cuando uno aborda ciertos temas, corre el peligro de caer no ya en el abismo, pero en una retórica que suele resultar despreciable. Yo le abrí mi corazón, don Nicolás, y con eso basta; pasemos la hoja."




El alcohol como catalizador 

Sáenz tiene la capacidad de vaciar el contenido de la vida urbana en La Paz. Tiene conocimiento de la herencia que La Colonia dejó sobre los pobladores de América: la bebida alcohólica como principal aplacadora de las conciencias colectivas. No obstante, en Felipe Delgado la bebida subvierte su función contemplativa para convertirse en el catalizar que le permite ingresar al mundo dual, a la representación 'verdadera' de la existencia del universo.

       "Por el alcohol se me revelaba el futuro, un tiempo escondido, un tesoro escondido, el júbilo de vivir la bienaventuranza de los días lejanos de un soleado camino. Se me revelaba el tiempo futuro, el tiempo misterioso en el oscurecido recuerdo de la juventud; allí yo podía morir por conveniencia, por cansancio o por comodidad, allí podía sentarme junto a la lumbre con la muerte a mi lado. Con el júbilo del tiempo futuro, el regalo del alcohol era la verdadera vida. La verdadera vida flotaba en el rescoldo del horizonte, y se incendiaba con el resplandor de una tierra prometida en la intimidad de mis entrañas; y en medio de una oscuridad que era luz en mi mente, yo aparecía en el futuro, mirando con un ojo el terror y con el otro la maravilla. ¡Oh alcohol de mis amores, cuchillo de doble filo; beber de ti ya no quiero!
       "Yo bebía con misticismo. Y por haberme privado del alcohol, ahora me veo privado del futuro. Si yo pudiera ocultarme del tiempo -cosa que equivale a morir-, mi presente se volvería perenne. Cuando pienso en el alcohol, pienso en la inmortalidad, y cuando pienso en la inmortalidad, pienso en la dirección del tiempo, que corre a la inversa (yo llegué mañana, me iré ayer). Además se me ocurre que el hombre no podrá alcanzar la inmortalidad mientras no haya alcanzado la velocidad del tiempo. Acercarse a la inmovilidad, esa es la cuestión. Pues la inmovilidad es la esencia del movimiento, como lo es también del conocimiento, y es más veloz que la luz; la luz es tan sólo una de entre las muchas manifestaciones de la inmovilidad. El universo se mueve, y todo se mueve en el universo; pero sin embargo, existe el reino de la inmovilidad: Dios es inmóvil.
     "Pero ahora me pregunto qué es lo que me pasa. Qué soy, quién soy. Como borracho, he fracasado; el verdadero borracho debe morir como Corsino Ordóñez, al pie del cañon. ¡Y qué triste mi caso, estoy de cabeza y me siento otro! No extraño a nadie; no puedo llorar; no extraño nada. Me da igual comer, no comer, dormir, no dormir, estar aqui, estar allá. Yo mismo no soy, sino otro. Soy uno más otro: es decir, dos."

De vuelta en la bodega "El purgatorio", la noche se hace oscura, se rompen mesas y vasos, los aparapitas dormitan el sueño del trabajo, pero Delgado acompaña a los bebedores, y nosotros brindamos por la narrativa boliviana.



6/5/12

El acto de unión como memoria poética



La poesía ha regresado al ambiente. Acontecimientos extraordinarios la han requerido para quedarse. Cuando uno retorna a la ciudad después de haber presenciado acontecimientos extraordinarios no puede sino sentarse y repasar lo sucedido: la boda de Alejandra y Raúl ha exacerbado la memoria poética. Como pareja, Raúl y Alejandra tuvieron la capacidad por crear un escenario fantástico para los deseos colectivos de quienes los rodearon. Alcanzaron a modificar mentes y unir visiones a través de un acontecimiento poético en todas sus magnitudes.

Los deseos comenzaron desde los días previos al acontecimiento. Se amanecía con el calor cierto de la proximidad de un gran evento. Visitas nocturnas a la ciudad de Oaxaca, el recorrido de sus calles y la simpatía con las expresiones de una pareja que citó a quienes deseaban compartir ese momento. En realidad, el acontecimiento comenzó dos días antes, la noche del jueves, cuando pasada la medianoche en el departamento alquilado en Oaxaca se dejó escuchar “La canción del Linyera”, composición que provocó el baile de los novios y la apertura hacia el convencimiento de ambos por estar juntos; al observarlos bailar y saltar no cabía duda para dicha conclusión.

El viernes a la tarde se emprendió el camino a Ixtlán, pequeña población al norte de la ciudad de Oaxaca donde se daría el evento. En el trayecto, los amigos no podíamos más que esbozar profundas sonrisas embelesadas con la promesa del mezcal; en ese momento no nos imaginábamos lo erróneo de la expectativa periférica, y no fue hasta el día siguiente que nos dimos cuenta que fuimos también partícipes de la creación poética viva.

Ixtlán es una reserva protegida por sus habitantes comuneros: la tala de árboles y repoblación de los mismos es su principal actividad económica. El sitio donde sería la boda pertenece a esta comunidad, que practica cierta actividad ecoturística para suplementar su economía. Los habitantes son muy receptivos, abiertos al diálogo y bromistas, acostumbrados a realizar tareas en colectivo.

El sábado, día de la boda, será recordado por décadas. Fue un día rodeado por un halo de empatía, contrario a las relaciones ríspidas de la urbe. Dicho halo comenzó gracias a la actitud que las familias de los novios tuvieron hacia el resto de invitados. A los amigos nos hicieron sentir como miembros de la familia, actitud ampliamente demostrativa del instinto solidario que comenzaba a permear en Ixtlán. Así, los invitados fueron incluidos como partícipes de la extraordinaria creación que serían testigos. A unos se les puso a recortar imágenes decorativas, a otros se les responsabilizó de la distribución de la esencia mezcalera, mientras tanto, aquellos ayudaban con los peinados, otros más con los adornos y el resto con su compañía. Todos fuimos partícipes en esta construcción poética de demostración humana. Sucesos de esta índole no pueden más que ser el germen de la crítica a la opaca sociedad que habitamos: los novios, que eran los directores de las estrofas, eliminaron de los invitados la apatía y fomentaron el colectivismo versificado.

Una vez los preparativos estuvieron listos dio paso el comienzo del rito, esa chamánica tradición de los albores culturales de nuestro pueblo. La banda municipal, acabada de llegar con sus dieciocho integrantes, incitó el ambiente festivo, ejemplificado en el novio, espléndidamente vestido, que abrió el carácter de quienes lo rodeábamos: muy seguro de sí mismo no dudó, durante el preámbulo, afirmar a viva voz: “estoy listo, díganme dónde tengo que firmar”, frase que, acompañada de una grata sonrisa, encendió los ánimos del día. Actitud compartida por la novia quien, con aplomo y elegancia, terminaba los últimos preparativos.

El acontecimiento comenzó con la banda municipal estratégicamente colocada afuera de la cabaña de la novia, a quien escoltaría hasta la entrada de una preciosa gruta, donde el novio la esperaba para unir mutuamente sus caminos. La música comenzó a sonar y la caravana, en fila india, tomó movimiento. A la vanguardia, en colores naturales, iban la docena de invitados que cumplían la función de acompañantes de los novios, detrás de ellos la novia, radiante de blanco, era el centro de la caravana, seguida por el resto de invitados que la rodeaban animándola con repetidos “¡hurras!” complementados por la música de la banda que cerraba la caravana en la retaguardia. Mientras tanto, el encargado de aglutinar a los caminantes y sus miradas era el mezcal, servido en exquisitos pocillos de barro negro.

Los trescientos metros recorridos por la caravana fueron el umbral a través del cual las energías de los asistentes se hicieron una sola y fabulosa subjetividad comunal. A partir de ese instante ningún invitado dudó que serían testigos de un acontecimiento único en su género; los prejuicios fueron dejados en el camino pedregoso hasta la gruta; los asistentes se desnudaron de sus individualidades para dar forma a un gran convoy de colores y sonrisas, de entrega y solidaridad. ¡Qué maravillosa visión fue aquella! Allá iba ese grupo de personas rodeado por el sabio teatro de la naturaleza de la sierra oaxaqueña, que los cobijaba bajo sus enseñanzas, plasmadas finalmente en las sensatas palabras aportadas por la juez oficial, quien no pudo más que dar la bienvenida como hermanos y compañeros de vida a la feliz pareja de novios, una vez que firmaron los documentos de manera afirmativa.

Grandes “¡vivas!” se dejaron escuchar de manera espontánea durante los tres cuartos de hora que duró la ceremonia legal. Quienes estuvieron ahí se convirtieron en cómplices, pero qué mayor certidumbre de realidad que la mirada con que los protagonistas se observaron al entregar los anillos y aceptar con rotundos “sí” a su deseo por permanecer unidos.

De la formalidad del evento legal dio paso el festejo. La caravana, ahora sí encabezada por la pareja recién unida, tomó el camino de vuelta a través del umbral que había servido como rito de pasaje. Tomados de la mano alcanzaron el camino principal para ingresar en el círculo de baile tradicional oaxaqueño; una veintena de danzantes zapotecas les abrieron paso y cerraron el círculo detrás, para rodear a la pareja y transmitir la alegría con su baile. Así, la banda municipal y las danzantes zapotecas dieron inicio a la festividad que representa el ingreso de una joven pareja a la comunidad indígena.

Poco a poco el círculo se fue abriendo para permitir a los invitados fundirse en el baile con los novios y rectificar, ellos también, la certeza de felicidad que emanaba del círculo festivo. En el inconsciente de cada invitado quedó marcada la ejemplificación de un ritual creativo, pensado específicamente para romper los estereotipos anquilosados de la cotidianeidad que deshumaniza al ser humano.

La composición bailable dio paso al almuerzo. A esta altura, las diferencias entre los invitados se habían disuelto, habían sido machacadas por la sabiduría indígena, de la cual también se bebía con el espirituoso mezcal. Un verdadero banquete de milenaria historia se sirvió en las mesas, el cual fue consumido con voracidad pedagógica: mole con pollo, dulces exquisitos y delicadas bebidas ofrecieron al paladar un mundo de sabores que serían después mezclados con las voces de la sierra en inescrutable conocimiento dialéctico.

No fue hasta que la larga noche penetró en la sierra oaxaqueña cuando se dejó de escuchar música, e incluso ni con el eterno silencio que la noche primaveral imponía se bajaron los ánimos. Habría todavía suficiente espacio para la creatividad emanada de aquel festejo. Se prendieron fogatas e improvisaron cantantes y no se dejó de bailar hasta que la última gota de energía se transformó en serenidad de los ancestros de la tierra, infundiendo un tranquilo y reparador sueño en la comunidad inaugurada aquel día.

Cualquier palabra se pierde en la inmensidad del tiempo, pero el tiempo es el máximo engendrador de memoria poética, y lo acontecido el pasado 28 de abril sin duda quedará plasmado en la memoria de los asistentes como uno de los más hermosos poemas vivos presenciados. Y sus dos autores, aquellos novios que a partir de ahora caminan en unidos senderos, quedarán grabados en la mágica historia de la sabiduría comunitaria zapoteca.