30/4/09

Palabras de liberación. Acción decolonial



El discurso de Frantz Fanon no es para los que se encuentran en medio. Lo es revolucionario, fascinante, verdadero, honesto.

Aquí unos párrafos introductorios de su Los condenados de la tierra (1961):

Liberación nacional, renacimiento nacional, restitución de la nación al pueblo,
Commonwealth, cualesquiera que sean las rúbricas utilizadas o las nuevas fórmulas introducidas, la descolonización es siempre un fenómeno violento...

La descolonización, que se propone cambiar el orden del mundo es, como se ve, un programa de desorden absoluto. Pero no puede ser el resultado de una operación mágica, de un sacudimiento natural o de un entendimiento amigable. La descolonización, como se sabe, es un proceso histórico: es decir, que no puede ser comprendida, que no resulta inteligible, traslúcida a sí misma, sino en la medida exacta en que se discierne el movimiento historizante que le da forma y contenido. La descolonización es el encuentro de dos fuerzas congénitamente antagónicas que extraen precisamente su originalidad de esa especie de sustanciación que segrega y alimenta la situación colonial...

La descolonización realmente es creación de hombres nuevos. Pero esta creación no recibe su legitimidad de ninguna potencia sobrenatural: la "cosa" colonizada se convierte en hombre en el proceso mismo por el cual se libera..

Expuesta en su desnudez, la descolonización permite adivinar a través de todos sus poros, balas sangrientas, cuchillos sangrientos. Porque si los últimos deben ser los primeros, no puede ser sino tras un afrontamiento decisivo y a muerte de los dos protagonistas...

El mundo colonizado es un mundo cortado en dos. La línea divisoria, la frontera está indicada por los cuarteles y las delegaciones de policía. En las colonias, el interlocutor válido e institucional del colonizado, el vocero del colono y del régimen de opresión es el gendarme o el soldado. En las sociedades de tipo capitalista, la enseñanza, religiosa o laica, la formación de reflejos morales trasmisibles de padres a hijos, la honestidad ejemplar de obreros condecorados después de cincuenta años de buenos y leales servicios, el amor alentado por la armonía y la prudencia, esas formas estéticas del respeto al orden establecido, crean en torno al explotado una atmósfera de sumisión y de inhibición que aligera considerablemente la tarea de las fuerzas del orden...

La ciudad del colonizado, o al menos la ciudad indígena, la ciudad negra, la "medina" o barrio árabe, la reserva es un lugar de mala fama, poblado por hombres de mala fama, allí se nace en cualquier parte, de cualquier manera. Se muere en cualquier parte, de cualquier cosa. Es un mundo sin intervalos, los hombres están unos sobre otros, las casuchas unas sobre otras. La ciudad del colonizado es una ciudad hambrienta, hambrienta de pan, de carne, de zapatos, de carbón, de luz. La ciudad del colonizado es una ciudad agachada, una ciudad de rodillas, una ciudad revolcada en el fango...

El fango del cual los zapatistas se levantaron. Del cual Martinica hoy demanda su independencia...

Los hombres fieras



[comparto un cuento de Roberto Arlt]


El sacerdote negro apoyó los pies en un travesaño de bambú del barandal de su bungalow, y mirando un elefante que se dirigía hacia su establo cruzando las calles de Monrovia, le dijo al joven juez Denis, un negro americano llegado hacía poco de Harlem a la Costa de Marfil:

-En mi carácter de sacerdote católico de la Iglesia de Liberia debía aconsejarle a usted que no hiciera ahorcar al niño Tul; pero antes de permitirme interceder por el pequeño antropófago, le recordaré a usted lo que le sucedió a un juez que tuvimos hace algunos años, el doctor Traitering.

"El doctor Traitering era americano como usted. Fue un hombre recto, aunque no se distinguió nunca por su asiduidad a la Sagrada Mesa. No. Sin embargo, trató de eliminar muchas de las bestiales costumbres de nuestros hermanos inferiores, y únicamente el señor presidente de la República y yo conocemos el misterio de su muerte. Y ahora lo conocerá usted."

El doctor Denis se inclinó ceremonioso. Era un negro que estaba dispuesto a hacer carrera. El sacerdote encendió su pipa, llenó el vaso del juez con un transparente aguardiente de palma, y prosiguió:

-El señor Traitering era nativo de Florida, y, como usted, vino aquí, a Liberia, nombrado por la poderosa influencia de una gran compañía fabricante de neumáticos. Nosotros hemos conceptuado siempre un error nombrar negros nacidos en tierras extrañas para regir los destinos del país de una manera u otra, pero la baja del caucho obliga a todo...

El doctor negro sonrió obsequioso, y haciendo una mueca terrible ingirió el vasito de aguardiente de palma. El sacerdote continuó:

-Yo he sentido siempre que el hombre de color, extranjero en este país, está desvinculado del clima de la selva y de la tierra. Y cuando menos lo espera, se encuentra enganchado por el engranaje del misterio bestial que en todos nosotros ha puesto el demonio, siempre en acecho del alma animal de estos pobrecitos salvajes.

El doctor Denis volvió a sonreír con obsequiosa máscara de chocolate, y el sacerdote, sirviéndole otro vasito de aguardiente de palma, prosiguió su relato:

-Hace cosa de siete años se produjeron numerosas desapariciones, que, con toda razón, supusimos de origen criminal. Niños y doncellas, a veces hasta hombres robustos, salían de sus chozas para no regresar. Las poblaciones de Krus comenzaron a sentirse alarmadas; al caer la tarde, frente a las cabañas, las mujeres miraban impacientes los desiertos caminos, temiendo por la desaparición de los suyos. Se iniciaron investigaciones, se ofrecieron premios, y finalmente un esclavo mandinga reveló que había sido invitado a una fiesta en el bosque que está más allá del rápido de Manba. Se destacó una compañía de gendarmes, y una noche pudo detenerse a una banda compuesta de cuarenta hombres que danzaban en torno de una muchacha de la tribu de De, listos ya para sacrificarla. Algunos de los criminales estaban cubiertos de orejudas máscaras de madera; otros, embozados en pieles de fieras. Había entre ellos hombres de la tribu de los gbalín, para quienes la antropofagia es familiar, y también un niño de Kwesi, de brazos largos y piernas cortas que parecía un pequeño gorila. Todos confesaron sus delitos -habían devorado vivas a muchas personas-, pero no había uno solo de ellos que no alegara que cometía estos crímenes cuando se había metamorfoseado en una bestia...

-Sugestión colectiva -murmuró el negro doctor.

El sacerdote volvió su mirada hostil al pedantesco congénere, y el doctor Denis comprendió que le convenía disimular su sabiduría materialista, y para hacerse perdonar la indiscreción repuso:

-La declaración del niño, ¿coincidió con la de los mayores?

-Sí. El niño Gan alegó que cuando bailaba con los otros hombres en el bosque a medida que danzaba sentía que se iba metamorfoseando en una hiena. Traitering condenó a esos cuarenta criminales a la horca; su sentencia se ejecutó, y los cuarenta caníbales fueron colgados de las ramas de los árboles en los caminos que conducían a Monrovia. El único que se libró de ser ejecutado fue el niño Gan, debido a su corta edad: doce años.

"Cuando el juez Traitering me expuso sus escrúpulos, yo me manifesté de acuerdo con él. No era posible ahorcar a una criatura de doce años. Pero Traitering estaba personalmente interesado en el caso. Pensaba escribir un libro sobre costumbres de nuestros negros, de modo que condenó al niño a prisión perpetua. Pronto olvidamos todos a los cuarenta ahorcados. En este país hay demasiado trabajo para disponer de tiempo para pensar en muertos, y dos meses después de aquel suceso, estando yo una tarde en este barandal, mirando como mira usted al elefante de míster Marshall, bruscamente apareció el doctor Traitering.

"Creo haberle dicho a usted que el juez era un hombre alto y robusto, de ojos saltones y miembros pesados. Pero ahora, su pie, como un traje excesivamente holgado, colgaba sobre la agobiada percha de su osamenta. Me miró tristemente, como un gorila cuando se siente enfermo del pecho, y me dijo:

-Padre, tengo algo muy grave que conversar con usted.

"Quiero advertirle, doctor Denis, que el juez Traitering no era un hombre religioso ni mucho menos. Sin embargo, me di cuenta de que se trataba de un caso importante, y dejando de ocuparme del elefante de míster Marshall, hice sentar al juez donde está usted sentado, le ofrecí un vaso de aguardiente y me quedé callado, esperando su confidencia.

"Traitering lanzó un largo suspiro, pero permaneció en silencio. Yo no abrí la boca y volví a ocuparme de los chicos de míster Marshall, que jugaban en torno de las patas del elefante. Finalmente, el juez Traitering, después de lanzar otro suspiro, me dijo:

"-¿Se acuerda, padre, de los cuarenta ahorcados?

"Francamente, yo ya no me acordaba. Por eso le respondí un poco aturdidamente:

"-¿Qué pasa? ¿Han resucitado?

"Traitering sonriose débilmente:

"-Ojalá hubieran resucitado! ¿Recuerda usted, padre, que me aconsejó que indultara al niño?

"Efectivamente, yo no podía negar que le había aconsejado que indultara al pequeño Gan.

"-Sí, sí... ¿Qué es de ese huérfano?

"-Lo he asesinado ayer, padre.

"Me quedé mirando atónito al juez Traitering. ¡Había asesinado al niño!

"-¿Por qué ha hecho eso? -terminé por preguntarle-. ¿Por qué lo asesinó?

"­Ah, padre..., padre!... -Y el juez Traitering se echó a llorar como una criatura-. No se imagina usted la calidad de monstruo que era ese niño. Si le hubiera hecho ahorcar en compañía de los otros, no estaría yo aquí. No.

"A mí se me partía el alma de ver llorar a un hombrón tan recio. Traté de consolarlo, y le serví un vaso de aguardiente. (Aquí el padre aprovechó para servirse otro y llenarle el vaso al doctor Denis.)

"¿Qué ha pasado? -le dije.

"Finalmente, el juez Traitering comenzó a relatarme su desgracia.

"­¡Santo nombre de Dios! Y después hay gente que duda de la existencia del demonio. He aquí lo que contó el infortunado:

"-Un mes después que hice ahorcar a los cuarenta antropófagos del rápido de Manba recordé que en la cárcel permanecía encerrado el niño Gan, y como disponía de tiempo resolví tomar apuntes respecto al proceso en que el niño declaraba sentir que se metamorfoseaba en hiena. Una tarde le hice traer a mi oficina. Un soldado me entregó al niño, y yo quedé solo con él en mi despacho

"-¿Estarás contento de haber salvado la piel? -le dije al chico en dialecto krus.

"El pequeño caníbal no contestó palabra.

"-¿No quisieras ahora un trozo de carne humana? -le pregunté.

"Gan continuó en silencio. Yo insistí:

"-Si me cuentas cómo hacías para convertirte en hiena te daré un trozo de carne de mandinga (los mandingas son recios enemigos de los kwesi) y una botella de aguardiente.

"Gan no abrió la boca Continuaba mirándome fijamente, y cuanto más él me miraba más simpatía experimentaba yo hacia él. Se iba formando un lazo de amistad secreta entre nosotros. Quizá por mis venas también circulara sangre de negro kwesi, pensé. Y entonces poniéndome de pie, me acerqué a Gan e intenté pasarle la mano por la cabeza; pero Gan se retiró velozmente, y encogiendo el labio superior se quedó mostrándome los dientes como una fiera que quiere morder. ­Ah, padre! Yo no sé qué pasó en aquel momento por mí; recuerdo perfectamente que no sentí ningún desagrado por ese gesto bestial, sino que riéndome también yo fruncí los labios, mostrándole los dientes al caníbal. Entonces Gan apoyó las manos en el suelo y comenzó a andar ágilmente en cuatro pies rozándome las pantorrillas con el flanco; yo experimenté un sobresalto terrible, me precipité a la puerta, la cerré con llave, y apoyando las manos en el suelo, también me puse a caminar como una fiera. Y el niño lanzaba gruñidos y yo le imitaba y ambos parecíamos dos fieras que no se resuelven a reñir.

"-¿Es posible? -interrumpí asombrado.

"­Ah, padre! ­Vaya, si es posible! Lo único que recuerdo es que en aquel momento experimenté un placer vertiginoso en degradar mi dignidad humana. Además, sentía un deseo tan violento de morder, que creo que hubiera terminado por despedazar a Gan. Él gruñía sordamente como una hiena acorralada. En aquel momento alguien llamó a la puerta. Gan corriendo siempre en cuatro pies, se ocultó detrás de mi escritorio; yo despaché al soldado que había traído al muchacho. La verdad es que en aquellos momentos sólo me animaba un propósito. Después que el soldado se hubo alejado, le dije a Gan:

"-Esta noche iremos al bosque.

"Gan movió la cabeza asintiendo.

"Entonces dejé al niño encerrado, me eché la llave al bolsillo y salí. Estaba afiebrado de impaciencia. Marché hacia el malecón, paseé por las orillas del lago; esperaba que la vista del agua y de las embarcaciones me calmarían, pero el cuadro de civilización del puerto me causó repulsión. Ansiaba vehementemente volver a la selva, convertirme en una bestia. Cuando la última luz de Krutown se hubo apagado, entré en el escritorio, tomé a Gan de una mano y lo hice subir a mi automóvil. Rápidamente dejamos atrás el cementerio de los krus, los cauchales. Finalmente llegué a un claro del bosque, oculté el automóvil bajo una cortina de lianas y dije a Gan:

"-Haz la hiena.

"Una luna llena iluminaba el camino; Gan apoyó las manos en el suelo, y yo lo imité. A poco de iniciado este juego comenzamos a gruñir, luego nos afilamos las uñas en el tronco de los árboles, hasta que, cansados, nos echamos en el polvo del camino. Juro, padre, que en aquel momento sentí que tenía cola. No hablábamos. "Sabíamos" que esperábamos a alguien. Nada más. Pero ese alguien no llegaba. La noche estaba muy avanzada, la selva se había poblado de mil ruidos, y no llegaba nadie, cuando de pronto escuchamos el silbido de un hombre, una sombra se movió en el camino, y cuando el hombre estuvo cerca de nosotros, Gan saltó sobre él, le tiró al suelo y le desgarró la garganta de un mordisco. Fue una escena vertiginosa, casi incomprensible... Dispénseme, padre, de narrarle lo que hicimos después. Yo me sentía tigre; al amanecer me sorprendí con mi conciencia de hombre vuelta a un cuerpo completamente manchado de sangre. Gan con la cara aplastada en la hojarasca, dormía su hartazgo espantoso.

"Desperté a Gan, nos lavamos en un arroyo y volvimos a Monrovia. Devolví el caníbal a la cárcel: yo estaba horrorizado de la experiencia, creía que sería la última; pero pocos días después la tentación se presentó tan enorme y dominante, que hice traer a Gan de la cárcel, aguardé la noche, y en su compañía nuevamente volví al bosque.

"Desde entonces mi vida ha sido un infierno. Remordimientos y crímenes. Finalmente me resolví. Ayer, en compañía de Gan, fui al bosque, y allí lo maté de un tiro. Y ahora estoy aquí, padre, para pedirle la absolución de mis pecados y el perdón, porque me mataré. Es necesario que aproveche este intervalo de lucidez para exterminarme, antes que vuelva la horrible tentación a lanzarme al bosque en busca de víctimas..."

El sacerdote negro calló, y Denis se quedó mirándolo. Luego murmuró:

-¿Qué hizo usted, padre?

-Comprendí que el juez Traitering tenía razón de querer matarse. Él no quería destruir el hombre que llevaba en sí, sino a la fiera despierta en él. Lo confesé, le di la absolución y le dejé marcharse.

Algunas horas después, un muchacho del puerto trajo la noticia de que el juez Traitering se había ahogado.

Los dos hombres callaron. Los niños de míster Marshall habían dejado de jugar en torno de las patas del elefante. El sacerdote negro bebió su quinta copa de aguardiente de palma, y le dijo al flamante juez:

-Yo no le aconsejo que haga ejecutar al pequeño caníbal que usted tiene que juzgar, pero que esta historia le sirva para ponerse en guardia, que jamás bebió vino ni mordió carne.


El grito del reacio desaparecido sujeto social


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¿Recuerdas esas noches larguísimas de principios de año en que escribía mails nostálgico? bueno, ahora son diferentes. Ahora tengo muchas cosas por decir, a comparación de ese entonces cuando había perdido las ganas de escribir.
A finales de enero estuve a punto de perder la cordura. Fue un mes muy difícil, no por cuestiones de trabajo o por cuestiones del mundo exterior, sino por cosas que tenía dentro.
Pero bueno, olvidemos eso, algún día mandaré algún texto que escribí en esa época.
Ayer pasé una noche maravillosa viendo la luna más grande que he tenido oportunidad de apreciar. Comí choripan en un parque de Palermo y luego vine a dormir. Dormí siete horas y ya no sabía qué hacer en la cama. Me levanté y fui por yogurt, hace años que no comía esa cosa dulce y resbalosa que te hace salivar. Ahora estoy flaco, delgado, con la barba recién cortada, tomé té de tilo y unos alfajores. Ahora estoy dispuesto a refrescarme con unas cervezas oscuras y a escribir algo en la noche.
El otro día estuve platicando con la compañera puertorriqueña y me gusta como habla, es decir, la entonación, los acentos. Disfruto del diálogo puertorriqueño, claro, los que hablan tranquilos y pausados, no tanto esos raperos o de reggeaton que se escucha tanto en la radio. También he apreciado cómo hablan los colombianos, me parece que la zona del caribe y la influencia afroamericana es algo que me comienza a llamar la atención.
Su forma de hablar es tan profunda, como si viniera desde más allá del esqueleto. Su diálogo no proviene de la entonación por el grosor de los labios, mandíbulas o dientes. Viene de otro lugar, no fisiológico. Es como los ojos de l@s bolivian@s y peruan@s, ojos que me fascinan, tienen una mirada tan no determinada por la razón, tan fuera de la comprensión occidental. Así es la voz de los caribeños y los colombianos de la costa; con calor visual y aliento candente.
Hoy caminaba por mi calle. Y a cien metros de la entrada de mi pensión ¿sabes qué encontré? a un hombre tirado en el suelo, inconsciente. Era un chico de no más de 20 años, tirado en el suelo por el alcohol y las drogas. Tirado en el suelo porque desde que tiene 5 fue violado, juzgado, discriminado por nuestra sociedad, por nosotros. ¡No es su culpa! NO ¡Es la culpa de todos nosotros! En el mundo hay millones de niños que se mueren de hambre todos los días mientras que Estados Unidos tira toneladas de comida a la basura para mantener el mercado internacional ¿a qué jugamos?

He dejado de entender. Los medios de comunicación culpan a las drogas y criminalizan a los niños como si fueran adultos. Lo hacen cuando el sistema de producción capitalista que ellos mismos apoyan, y del cual EU es el máximo exponente, reproduce la miseria mundial.
Si nos hubiera tocado vivir en épocas romanas no seríamos ciudadanos de Roma, al haber nacido en las periferias del imperio nos hubiera tocado ser esclavos. ¡Lo mismo que somos ahora! Somos países periféricos que trabajan alienados de su objeto de trabajo.
No puedo ser parte de esto, no puedo ser parte de un sistema económico y legal que deja que los niños se mueran en las calles mientras el sistema vive preocupado por cómo hacer que los bancos recuperen sus ganancias. Me vine hasta el sur del continente para no escuchar esas estupideces de nuevo. Ya tenía suficiente con tantos agringados en México. Pero acá lo reencuentro. El capitalismo es mundial, sus consecuencias trascienden las débiles fronteras nacionales y aliena a todo ser humano que no toma conciencia de clase.
La alienación es la separación entre el sujeto y el objeto. Es decir, es la separación del ser humano con su medio ambiente. La persona se siente ajena a los actos que realiza, a las experiencias que vive, a las relaciones sociales que entabla. En pocas palabras: la persona vive cotidianamente pero siente que es otra persona quien realiza las acciones por ella. Como si las cosas que hacemos las hiciera un "otro yo", que somos nosotros mismos pero al mismo tiempo no lo somos.

Tal separación se manifiesta de cientos de maneras: a través de la necesidad impulsiva del consumo (paleamos las necesidades emocionales con los objetos que compramos), a través de los celos imperdonables (paleamos la obses
ión hacia otra persona con la necesidad de pertenencia), a través de la asistencia irrestricta a ciertos rituales religiosos (paleamos la ineludible duda sobre la vida y la muerte con la certeza de la existencia de un ser imaginario divino) y, la más importante: que es la separación del ser humano de su trabajo (realizamos nuestras actividades exclusivamente por dinero y ya no por la trascendencia que éstas tienen en el mundo para modificarlo).
Cuando hablo de trabajo no me refiero a la relación profesional, sino a un nivel más filosófico del mismo: el ser humano se relaciona con su mundo a través de relaciones de acciones. La única manera que tiene el ser humano para transformar su mundo es, justamente, a través del trabajo. Por ello, lo más valioso que tenemos los seres humanos es nuestra capacidad para actuar y modificar nuestro mundo. Suprimir esa capacidad es lo que origina la alienación. La alienación es la incapacidad que el ser humano siente en la modernidad por modificar su mundo.

Y es la alienación la que hace que tantos chicos se sientan de esa manera, p
orque lo van incorporando durante su niñez a través de sus padres, porque sus padres también ya fueron formados en ese sistema alienante. Lo van incorporando a partir de que ven la televisión desde que tienen memoria, ven televisión antes de abrir un libro, antes de salir a pasear al parque o preguntarse por cómo es que una mariposa vuela. Y esto se extrapola a los ámbitos más amplios de la vida social.
El internet nos está quedando chico. Esta plataforma ya no nos es lo suficientemente eficaz para expresar todo lo que tenemos que decir. Creo que nos molestamos y enfurecemos con la pantalla a tal punto que la patearíamos.

Pero también yo estoy alienado, reacio desaparecido sujeto social, preso en mi ciudad.


[gracias a la fábrica tomada Chilavert Artes Gráficas por las imágenes]

La Plata, ciudad de universitarias esquinas

25/4/09

La Argentina de Origami



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I
Con las botas calzadas y los bigotes recortados es que La Boca se navega. Como un imenso puerto de papel carbonizado aparece en los quemados atardeceres y desaparece en las ventiscas de las madrugadas. La Villa Cartón y la Villa Inflamable pelean por sobrevivir después del desplazamiento y desocupación que el capitalismo les provocó.
El lento atravesar de la única embarcación, barquito de papel, que se balancea de babor a estribor con el movimiento de ambos remos, de aquél barquero que atravesó el Tigre para recalar en el Dock Sud, y ahora por 40 centavos atraviesa a quienes viven en el más allá del puerto, más allá del umbral del “hacer” mortandad en Buenos Aires del gobierno macrista.
Barquito de papel, barquero de sangre, noche de arena y sal. Modelo para armar y con las manos deshacer. 40 centavos es tu papel, moneda de cambio que flota entre los aceitosos residuos del puente. Cementerio de metal, levantado por encima de las estatuas de Maradona y Gardel.

La Boca, aliento de la Bombonera que arrastra el viento hasta Parque Lezama, cama nocturna de los recuerdos, plantío de pasos que desenvuelve tu aliento. Cachorros en motocicleta, ortodoxos rusos con boina calada.
Eloísa Cartonera. Editorial de papel, poesía de reciclaje, lenguaje antropófago. Te como, te deconstruyo, te re-creo, letra a letra, susurro a susurro. "creación de una editorial especial: se editan libros con tapas de cartón comprado a cartoneros en la vía pública, pintados a mano por chicos que dejan de ser cartoneros cuando trabajan en el proyecto".
Puente Pueyrredón, de Darío y Maxi, armatoste de óxido que la quietud hace permanecer, contenido en el aire, en el espacio. Y más allá, Avellaneda.
II
Buenos Aires es un circo de papel. Las sombras y la luz dan vida y envilecen las artes manuelas, manuales. Son las sonrisas con sorna, los puntiagudos labios de los alebrijes del sur. Un ala, un seno, una lágrima de mimo.
III. Murgas en la ciudad

"Sentados en corro, merendábamos, besos y porros. Y las horas pasaban de prisa entre el humo y la risa.,, Te morías por volver,,, con la frente marchita cantaba Gadel, y entre citas de Borges, Evita bailaba con Freud. Ya llovió, desde aquél chaparron hasta hoy.
Iba cada domingo, a tu puesto del rastro a comprarte... carricoches de miga de pan, soldaditos de plata. Con aguita del mar andalúz quise yo enamorarte.
Pero tú no querías más amor, que el del Río de la Plata...
Duró la tormenta hasta entrados los años 80... Luego el sol fue secando la ropa, de la vieja Europa.
No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió. Mándame una postal de San Telmo, y adios, cuidate. Y, sonó, entre tú y yo, el silbato del tren.
...
Aquellas banderas, de la patria, de la primavera. A decirme que existe el olvido esta noche han venido. Les sentaba tan bien, esa boina calada al estilo del Che.
Buenos Aires es, como contabas, hoy fui a pasear. Y, al llegar, a la Plaza de Mayo me dio, por llorar, y me puse a gritar: ¿dónde estas?
IV. La ciudad de la furia
Amenazada ciudad, seducida de poder y dictaduras; de occidente y París. Te invocas como péndulo: allá la civilización y aquí la barbarie.
Te quitan la piel, tus veredas, que como cicatrices mal curadas se sienten a flor de piel en nuestros pasos. Los tecnócratras burgueses, una vez más, te reclaman, sometiéndote. Dejas de ser la furia en la ciudad para convertirte en la ciudad de la furia. Fetichizada como objeto motriz. Embotellada en un envase corrompido de soda, de espuma amarilla y negrísimo fondo.
¡Despertate! No te desveles tampoco con la perfumada hipocresía alfonsinista, reacia a la pluralidad de tu composición social y que se maquilla de rojo y blanco en tus avenidas kitsch.
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¡Despertate! De entre las fábricas retumban los presos, los piqueteros incansables de las villas y bastiones; los trabadores que te toman y transforman con su trabajo, revitalizándote. Te muestran tu rostro más artístico, como arañas que recorren tu cuerpo, ansiosas por crear vida, pensar ideas.
[Gracias a Circo Burlesque por las imágenes]

18/4/09

La V Cumbre de las Américas




A propósito de la V Cumbre de las Américas realizada en Trinidad y Tobago (acto que históricamente ha excluído a Cuba, decisión de la OEA), de la cual la mayoría de los medios de comunicación así como de la opinión pública pequeño burguesa quedaron complacidos por el "acercamiento" que habrá entre el gobierno de Obama y América Latina, hay solamente dos cosas que decir.

La primera es resumida por Atilio Borón en su columna "Democracia e incoherencia" que publicó hoy en el Página 12 argentino:

"En un mensaje difundido masivamente en preparación de la Cumbre de Trinidad y Tobago, el presidente Barack Obama dio a conocer su visión sobre cómo lograr un mejor futuro para las Américas. Se trata de una pieza sorprendente por su notable incoherencia interna, más allá de las críticas que suscitaría su muy unilateral concepción acerca de lo que sería bueno o malo para esta parte del mundo. En su escrito, Obama exhorta a los gobiernos de la región a no seguir “enfrascados en los trillados debates del pasado” y a optar por el futuro. Agrega también que la relación entre Estados Unidos y Cuba es ejemplo de un debate “que no sale del siglo XX”. Tiene razón. Pero, para desazón del lector esperanzado, en el penúltimo párrafo de su mensaje se comprueba una vez más aquello de que “la tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”, como el filósofo de Tréveris observara a propósito de Luis Bonaparte. Es esa tradición de las generaciones muertas lo que lleva a Obama a recaer en la retórica de la Guerra Fría y afirmar que es necesario que los gobiernos de la región se plieguen a sus esfuerzos para “apoyar la libertad, igualdad y los derechos humanos de todos los cubanos”. Que pretenda dar lecciones de igualdad un gobernante que preside la más desigual e injusta sociedad del mundo desarrollado y que priva a cerca de 50 millones de ciudadanos del acceso a la salud; o que hable de derechos humanos quienes legalizaron la tortura y fueron actores fundamentales o copartícipes de las mayores violaciones de los derechos humanos en el siglo XX demuestra que ni la buena memoria ni la coherencia argumentativa han llegado a la Casa Blanca. Su exhortación a optar por el futuro Obama debería dirigirla hacia sí mismo, enviando discretamente al museo de antigüedades un trillado discurso anticubano de mediados del siglo XX que lo pone en ridículo ante los ojos del mundo entero

Y es, precisamente, sobre una de las ideas que trata Borón de lo que se hablará a continuación. La necesidad discursiva que llevan a Obama a "optar por el futuro" de las relaciones con América Latina, son fundadas en la necesidad imperiosa que el capital tiene por transformar (a los países coloniales) y transformarse de acuerdo a las necesidades que las crisis financieras del capitalismo le demandan.

Ciertamente, la apuesta de Obama por olvidar los posicionamientos "enfrascados en los trillados debates del pasado" no tuvo ni tendrá un recibimiento pasivo en América Latina. Y el primero que dio cuentas para demostrar este hecho fue el presidente venezolano Hugo Chávez quien, en plena Cumbre, espontáneamente decidió levantarse de su lugar para entregarle al presidente estadunidense uno de los libros ensayísticos más representativos de la historia latinoamericana: Las venas abiertas de América Latina, del uruguayo Galeano.

Y aquí quiero incluir un ejemplo de actitud internacionalista cultural ante la revolución bolivariana. El rockanroll también nos acompaña, y nos acompaña también desde Italia. Es raro escuchar un coro que diga "¡que viva el Che! y que en la misma canción se hable de Allende y de Chávez. Todos por igual.





Las acciones en América Latina no son unitarias, por el contrario, se colectivizan a través de relaciones económicas y políticas. El ejemplo que cabe citar es la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amércia (ALBA), que fuera creada en 2004 por Cuba y Venezuela para contraponer los tratados de libre comercio que EU impulsaba con el ALCA.

Tan sólo dos días antes de que se reunieran los presidentes de las naciones americanas en la V Cumbre, el 15 de abril se reunió el ALBA. Los presidentes asistenters fueron: Chávez de Venezuela, Castro de Cuba, Morales de Bolivia, Ortega de Nicaragua, Zelaya de Honduras y Correa de Ecuador. En dicha reunión se acordó la creación de una moneda común para las naciones del sur: el 'Sucre'. Y dejo el resto a Telesur:

"El ministro venezolano de Economía, Alí Rodríguez, informó este miércoles que los comisionados para materializar el Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (Sucre) aprobaron el Acuerdo Marco para este mecanismo de integración financiera regional. Rodríguez Araque indicó que este documento será presentado este jueves a la Cumbre de Jefes de Estado de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) para su aprobación final.

"Hay unanimidad entre los países integrantes para esta zona monetaria común que no sólo aspira incluir a las naciones del ALBA y Ecuador, sino también al resto de las naciones del Sur, de Centroamérica y del Caribe", dijo el ministro, mediante un comunicado emitido por su despacho.Añadió que, de acuerdo con un cronograma establecido, las comisiones técnicas encargadas de estudiar la implementación del Sucre tendrán posteriormente sucesivas reuniones para ir materializando los aspectos que comprende el acuerdo.

Rodríguez Araque habló del cuarto trimestre de 2009 como fecha de inicio de una fase experimental para implementar el sistema, para de esa manera tenga operatividad completa a partir de 2010.

La propuesta de crear el "sucre" como mecanismo financiero de integración regional para reducir la dependencia del dólar ya fue considerada durante una cumbre extraordinaria del ALBA, en noviembre de 2008 en Caracas
".

...

"Estamos dando un paso de grandes proporciones tomando en cuenta la crisis mundial y la vinculación de ésta con el debilitamiento del dólar como símbolo de valor; avanzamos hacia la nueva reorganización de la arquitectura financiera mundial", explicó el ministro.

Detalló que en el Acuerdo Marco, "se establecieron un conjunto de postulados en los cuales hay unanimidad entre los países integrantes de esta zona monetaria común que no sólo aspira incluir a países del Alba y Ecuador, sino también al resto de las naciones del Sur, de Centroamérica y del Caribe".

En México habremos de revisar el mapa del continente, para decir junto con el ALBA:


"¡Nuestro norte es el SUR!"

16/4/09

El luto humano y los Revueltas



El nombre de este sitio, así como su impulso y concepción global, es en homenaje al pensador marxista y literato mexicano José Revueltas (en sí, es para la familia Revueltas toda, pero con partícular énfasis en José y Silvestre).


¡Cómo te extrañamos en estas revueltas...José!

Es él, José Revueltas, el intelectual más coherente y apasionado que tuvo México en el siglo xx. Su vida fue el reflejo de la dialéctica de la praxis en la cual Adolfo Sánchez Vázquez profundizó: el sistema de pensamiento que Pepe Revueltas impulsó en su vida lo ejerció coherentemente con sus actos en pos de una sociedad socialista que liberara al ser humano de la opresión del capital.

Pepe murió en 1976, después de haber pasado tres temporadas en las cárceles del gobi
erno mexicano por su actividad política crítica, la primera a los 18 años en las Islas Marías y la última después de haber encabezado el movimiento del 68 y haber librado a la policía (temiendo la represión hasta ese momento demostrada por el gobierno de Ordaz) durante más de dos meses en la Torre de Humanidades de la UNAM con muy poco alimento y tabaco, acompañado tan sólo de las páginas limpias de la máquina de escribir vacía y su pluma fuente. A 10 años de su muerte, en 1986, los docentes de la UNAM que iniciaron un paro para impedir reformas neoliberales en la educación superior pública en México, abanderarían su movimiento con esta consigna: "!Cómo te extrañamos en estas revueltas...José!"

Como literato fue único, tan es así que no se le puede clasificar bajo ningún
movimiento, escuela o generación literaria mexicana. Las dos escuelas contemporáneas a José Revueltas le dieron la espalda: la generación Taller (de Octavio Paz, etc.) lo vio con malos ojos dada la crítica al sistema político y económico que Revueltas ejercía en su literatura (ciegos al nivel que alcanzó); literatura que se elevó al grado de narrativas similares a la de Tolstoi, Camus, Sartre o la poesía de Maiacovski. Por su parte, la generación que se acercó más al Boom latinoamericano (como es Carlos Fuentes, etc.) le reprochó su falta de 'cosmopolitanismo' y su adhesión a (adhesión mal fundada según los críticos actuales y a mi propia percepción) un realismo socialista ya caduco. No sería sino la generación del 70, la de la Onda, la que le reconociera su valía (y desde entonces caminamos).

La primer esposa de Pepe, Olivia Peralta, da un semblante del joven Revueltas:

"Lo conocí mal vestido, usando pantalones que su hermano Silvestre le regalaba y que desde luego no eran de su talla, por lo que ajustaba todo el sobrante a la cintura por medio de un viejísimo y muy gastado cinturón de cuero. Pero no parecía grotesco ni ridículo: había tal pasión en su voz, en sus manos y sus ojos, que nadie se detenía a fijarse en el estrafalario pantalón, que más parecía una falda plegada.
...
"
Un día que platicábamos sentados en la Alameda, acabó de fumar y tiró el cigarrillo que luego luego aplastó con el pie. Noté que brincaba y hacía una mueca de dolor, pero sin cortar la plática levantaba discretamente el pie tratando de airearlo. Años más tarde me explicó: <¿Te acuerdas? Llevaba en la suela del zapato un gran agujero del cual no me acordaba y me quemé al apagar el cigarrillo>".

Es su novela El luto humano la que alcanzaría el grado de humanismo literario máximo para la narrativa de nuestro país. Tanto los personajes como el ambiente luchan entre sí por sobrevivir en un mundo del cual las catástrofes son inevitables, pensamiento coherente con la inexorabilidad de la miseria y la pobreza que el capitalismo engendra, según Marx. Asimismo, el manejo del lenguaje deja por detallar expresiones que rebasan las categorías con que el pensamiento positivo busca dibujar la realidad. Es así, Revueltas, un crítico social y político a partir de los tiempos internos de la narrativa.


Revueltas estudiando en su celda de Lecumberri, después de ser apresado por el 68:



Silvestre, la noche de las vanguardias

Por su parte, Silvestre Revueltas (hermano mayor de José) fue uno de los grandes espíritus profundamente artísticos que México vio durante la primera mitad del siglo xx. De carácter extravagante, incomprendido y bohemio, Silvestre fue acompañante, en las postrimerías, de las reuniones que el Partido Comunista realizaba en casa de Diego Rivera y Frida Kahlo. Contemporáneo de Tina Modotti (ambos con muerte prematura, acaecidas casi el mismo año: 1940-1942), violinista exquisito y compositor de la más grande obra mexicana para orquesta: Sensemayá, dedicó su vida a la contemplación del ser humano, al amor de sus familiares, a la bohemia del arte y al diálogo prolongado.

Dos versiones de
Sensemayá:






Silvestre acompañó a la resistencia republicana (con la LEAR) en España durante 1936-1937, compuso allá su obra Homenaje a García Lorca, la cual fue tocada en innumerables ocasiones a la tropa republicana para levantar el ánimo ante las fuerzas franquistas y nazis. A su regreso a México encontraría el ambiente artístico mexicano monopolizado por un grupo en el poder, el cual era dominado no exactamente por los sectores que favorecían a los movimientos sociales o a los críticos de arte socialistas. Silvestre no fue recibido al lado de los cientos de niños españoles exiliados (el nombrado Sánchez Vázquez entre ellos, joven de menos de 18 años en ese entonces).

Silvestre (tercero -de izq a der-) con Aaron Copland y otros músicos en los 30:


Mantuvo una vida austera, de pobreza, componiendo obras para el cine. Es así que filmes como Los de abajo (basada en la novela sobre la Revolución Mexicana de Mariano Azuela), ¡Vámonos con Pancho Villa!, La noche de los mayas, El signo de la muerte y Redes, sean en la actualidad clásicos tanto de la filmografía como de la música mexicanas. Las películas que Silvestre musicalizó han pasado a la historia por la genialidad en la composición musical más allá de la dirección cinematográfica. Sin embargo, la sensiblidad artística que el hermano mayor de los Revueltas alcanzó fue objeto de envidia por quienes se encontraban en el poder, fue así que Carlos Chávez (espléndido compositor mexicano contemporáneo de Silvestre y quien ocupaba el máximo cargo para la dirección artística musical en México) le negó cualquier apoyo económico o profesional.

Fragmento de
La noche de los mayas:




Silvestre moriría sin cumplir los 45 años debido al grado de alcoholismo y dep
resión que hubo acumulado durante su vida. Entre su correspondecia se encontraría una carta enviada a su hija desde Madrid, donde luchaba contra sí mismo y contra el fascismo, la cual diría:

"He visto el reloj más hermoso para tus tiernos brazos, mi condición económica no me per
mite adquirirlo, a pesar de ello, el embajador mexicano así como algunos compañeros han buscado la manera de alcanzar el precio"

a su esposa, también desde Madrid, le escribiría:

"te escribo desde una máquina de escribir prestada, son más de las tres de la madrugada y me da miedo despertar a quien duerme a estas horas, pero es en el único momento que tengo para realizar una correspondencia contigo. No sabes qué linda es esta máquina, los dedos resbalan de letra a letra..."

Queda decir que ni el reloj alcanzaría las manos de Eugenia, la hija de Silvestre (llamada así en honor a quien fuera dedicado el himno de la Internacional Comunista; actualmente, Eugenia Revueltas es docente de la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM), así como tampoco la máquina de escribir estuvo ahí las noches siguientes.

Como tal, fue "La noche de los mayas". La muerte de Silvestre representaría la muerte de la música de vanguardia en México; último gran compositor, crepúsculo de la música culta mexica.


José Revueltas habla sobre su hermano Silvestre:



P
or consiguente, no queda más por agregar. Nosotros, pequeños burgueses nacidos después de las guerras mundiales y con cierto grado de libertad para escribir, tenemos la tarea de recordar a semejantes personajes de la realidad histórica crítica y marxista. Por ello es que José y Silvestre Revueltas son el constructo fundamental a partir del cual el blog se estructura en un espacio para que la dialéctica de la conciencia de todos nosotros sea cabal durante nuestras noches y días.


10/4/09

El antropófago descolonizador




Porque como



...(El indio es el que era sano. El indio es el que era hombre. El indio es el que es nuestro modelo).
...El indio no tenía policía, no tenía opresiones, ni molestias nerviosas, ni delegaación de orden social, ni vergüenza de quedar desnudo, ni lucha de clases, ni tráfico de blancas, ni Ruy Barbosa, ni voto secreto, ni se ufanaba de Brasil, ni era aristócrata ni burgués ni clase baja.

...¿Por qué será?

...El indio no era monógamo, ni quería saber cuáles eran los hijos legítimos, ni creía que la familia era la piedra angular de la sociedad.

...¿Por qué será?

*

...Después que vino la gente de afuera (¿por qué?), gente tan diferente (¿por qué será?), todo cambió, todo se arruinó. No tanto al comienzo, pero fue cada vez, cada vez peor. Ahora es cuando está peor.

*

...Entonces llegó el tiempo de la "bajada antropofágica".
...Vamos a comer todo de nuevo.


maxilar (revista de antropofagia, 1928-29)
[pseudónimo de oswald de andrade, poeta canibal brasileiro]




¿Desde dónde pensar la realidad que se nos materializa? ¿a qué hacerle preguntas? ¿a quién devorar para responderlas?

El movimiento de vanguardia poética y plástica brasileño de la década del 20, agrupados bajo el Manifiesto Antropófago (1928) y lidereado por oswald de andrade, ofrecen un platillo duro de rechazar. A los latinoamericanos, nos manifiestan:

"Sólo la Antropofagia nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente.

Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.


Tupí or not tupí that is the cuestion".


Los movimientos sociales que luchan pie a pie en toda América Latina se hacen esa pregunta: desde dónde hablamos, desde los tupíes (lo latinoamericano-indígena) o desde los not tupíes (lo europeo-occidental). Tenemos que elegir la epistemología, la acción de la descolonización. La antropofagia no es el rechazo a lo externo para el regreso al ideal de lo tradicional. La antropofagia es la deglutación de las ideas hegemónicas para excretar lo cristiano-occidental-eurocéntrico y digerir lo crítico-colectivo-social.

El arte de Tarsila do Amaral, también del movimiento antropofágico, lo demuestra:




Ambas figuras humanas son antropofágicas: se devoran entre sí para resultar en algo superior. Es dialéctico.

..."Hijos del sol, madre de los vivientes. Encontrados y amados ferozmente, con toda la hipocresía de la nostalgia, por los inmigrantes, por los traficados y por los turistas. En el país de la cobra grande.

...Fue porque nunca tuvimos gramáticas, ni colecciones de viejos vegetales. Y nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fronterizo y continental. Perezosos en el mapamundi de Brasil.
Una conciencia participante, una rítimica religiosa.

...Contra todos los importadores de la conciencia enlatada.

...

...Queremos la Revolución de los indios Caribes. Mayor que la Revolución Francesa. La unificación de todas las revueltas eficaces en la dirección del hombre. Sin nosotros, Europa ni siquiera tendría su pobre declaración de los derechos del hombre.
...La edad de oro anunciada por América. La edad de oro. Y todas las girls.

...

...El espíritu se niega a concebir el espíritu sin cuerpo. El antropomorfismo. Necesidad de la vacuna antropofágica. Para el equilibrio contra las religiones del meridiano. Y las inquisiciones exteriores.

...

...Teníamos la justicia: codificación de la venganza. La ciencia: codificación de la Magia. Antropofagia. La transformación permanente del Tabú en tótem".


... No dejar por los atardeceres que olvidan los demás. Alimentarnos del subte que vuelve al resto y nos digiere por detrás. Te veré a medianoche, entre las sombras estarás, no te quiero, un momento, me detengo, tú te vas.
... Tres palabras nos amarran al aroma, no dejar, es otro, ni tanto sirena, ni siquiera en el mar. Es el río, que fluye, con materiales sin coagular. Las flores, lo verdean en el río, ya verás. Es la Boca, el riachuelo, encendido por detrás, el que siempre, en atardeceres, fue contigo, hasta el final. Yo te como, antropofagia, conquistador, por demás. Ahora no tienes, ninguna entrega, te devoro, huesos al final.

Año 563 de la antropofagia del arzobispo de Bahía.
Somos todos, antropófagos.

La luna de otoño en el sur.